Tres de los 23 trabajadores heridos de gravedad en la explosión en la mina "Borynia", en la localidad de Jastrzebie Zdroj (sur de Polonia), se debaten en estos momentos entre la vida y la muerte, mientras que una comisión investiga las causas de la tragedia, en la que perecieron cuatro mineros.

Los trabajadores efectuaban anoche labores de mantenimiento de una cinta transportadora de mineral a una profundidad de 900 metros, cuando una acumulación de metano produjo la explosión, sin que los equipos técnicos fuesen capaces de detectar la presencia del gas.

"No hubo ninguna señal, no pudo preverse la explosión, espero que la comisión determine qué pasó en realidad", explicó hoy a los medios el presidente de la explotación minera, situada en la región de Silesia, Jaroslaw Zagórowski.

La mina de carbón "Borynia" tiene el rango de tres en la escala de uno a cuatro que mide en este país el riesgo de presencia de bolsas de metano, lo que justifica que las instalaciones cuenten con todos los sistemas detectores de este gas, aunque en este caso no fueron suficientes para que los trabajadores pudiesen evitar la tragedia.

Polonia es uno de los principales productores de carbón de Europa, donde este mineral aún juega un papel fundamental en la producción de energía eléctrica.