La causa de la muerte de Chantal Sébire, la mujer francesa de 52 años que padecía un tumor incurable en la cara y a la que la justicia había denegado la eutanasia, se debió a la absorción de una "dosis mortal" de barbitúricos, según ha confirmado hoy el fiscal de Dijon encargado del caso, Jean-Pierre Alacchi.
Los análisis realizados a los restos de Sébire han constatado la presencia en sangre de una dosis tóxica de Pentobarbital, habitualmente de uso veterinario. "Las concentraciones observadas están cerca de ser tres veces superior a la dosis mortal de este producto", ha dicho Alacchi.
El fiscal ha anunciado que en la actualidad se está investigando las condiciones en las que Sébire pudo acceder a este barbitúrico, que no se vende en farmacias.
Sébire padecía un tumor que le había deformado severamente el rostro y provocado intensos dolores, pero perdió una batalla legal en un tribunal de Dijon en la que solicitaba que los médicos le ayudaran a morir. "Quiero morir disfrutando de la compañía de mi hijos, amigos y doctores antes de dormirme para siempre al amanecer", dijo. Sus restos mortales aparecieron sólo unos días después de conocerse el fallo judicial.
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