Sociedad

Tragedia en Texas tras explotar una fábrica de fertilizantes

  • Las autoridades han confirmado que hay 35 muertos y más de 160 heridos. Obama promete todo el apoyo del Gobierno para hacer frente a la situación.

Una gran explosión en una fábrica de fertilizantes en la localidad estadounidense de West, cercana a la localidad texana de Waco, ha causado al menos 160 heridos. El alcalde de la ciudad de West, Tommy Muska, ha elevado a 35 el número de fallecidos. Muska ha detallado que entre los fallecidos hay diez "primeros asistentes", cinco voluntarios del Departamento de Bomberos, cuatro miembros de los Servicios Médicos de Emergencias y un bombero que estaba fuera de servicio pero que se acercó a ayudar. El resto de los fallecidos son residentes en las viviendas que se encuentran en el complejo residencial ubicado en los alrededores de la fábrica de fertilizantes, que ha quedado completamente arrasado por las llamas.

La explosión ocurrió en la fertilizadora West poco antes de las 20:00, hora local, y se llegó a escuchar a más de 70 kilómetros de distancia. "No tenemos indicio de que esto haya sido más que un accidente industrial o de que haya habido alguna actividad criminal, pero estamos investigándolo", dijo el sargento Patrick Swanton. "Toda el área en torno a la planta es ahora una escena del crimen, sujeta a investigación", añadió. El portavoz policial informó de que aproximadamente media hora después que los bomberos recibieran el aviso de un incendio en la planta, y mientras trabajaban para controlarlo, se registró "una explosión enorme con efectos devastadores". La Agencia federal de Tabaco, Alcohol y Armas de Fuego (ATF por su sigla en inglés) se ha sumado a la investigación del suceso, ocurrido en una semana que comenzó con el estallido de dos bombas en Boston y el envío a la Casa Blanca y al Senado de sobres supuestamente contaminados con un compuesto tóxico. "Seguimos en la fase de búsqueda y socorro. El personal está yendo puerta por puerta, casa por casa en busca de personas que puedan estar heridas y no han podido salir", indicó Swanton.

En un informe a la Agencia de Protección ambiental de Texas, la firma Fertilizantes West había indicado recientemente que no presentaba un peligro de incendio o explosión. Fertilizantes West indicó que tenía en esa planta 24,5 toneladas de amoniaco, y que lo peor que podría ocurrir era un escape de unos 10 minutos de amoniaco que no causaría lesiones. Las recomendaciones de la industria para el manejo de los compuestos químicos que advierten que, en caso de incendio, los bomberos no deberían mezclar agua directamente con el amoníaco "ya que esto puede resultar en un calentamiento del producto, que hará que el líquido se torne en una nube de vapor". El alcalde de West, Tommy Muska, confirmó previamente que cinco o seis manzanas de edificios colindantes habían sufrido daños graves y explicó que las autoridades están preocupadas por los vapores químicos que hayan podido emanar de la planta.

La humareda, visible muchas horas en el centro de West, junto con los fuertes vientos y las bajas temperaturas, dificultaron las labores de los bomberos para tratar de extinguir el fuego y localizar a todas las posibles víctimas. Las casas construidas bajo estructuras de madera han quedado encogidas como cajas de cartón aplastadas en medio de las calles de West, que está cubierto por una manta de cenizas tibias. En la zona más noroeste, cerca de la sede de la planta West Fertilizer, las llamas consumieron por completo el complejo de departamentos donde residían, en su gran mayoría, los trabajadores de esta empresa, donde tuvo lugar la explosión. En el hospital de West, a pocas millas de allí, más de un centenar de personas recibieron ayuda médica durante la noche.

Un testigo de la explosión, Bill Bohannan, dijo que fue "devastadora". "Dije, esto va a explotar... Y les dije a mis padres que entraran en el coche. Estaba de pie junto a mi coche con mi novia, a la espera de que mis padres saliesen y (la planta) explotó. Nos golpeó contra el coche", dijo. "Hubo una gran onda expansiva", dijo Mark Licknovsky, un vecino de la localidad que trabaja a poco más de un kilómetro de la planta. "Fue entonces cuando supimos que estaba ocurriendo algo muy serio". Keith Williams, otro vecino de West, dijo que su casa quedó completamente destruida. "Todo el techo ha volado", dijo Williams. "Las ventanas están fuera. El ladrillo ha derribado la casa. Mi gran garaje en la parte trasera se ha quedado en la mitad".

La explosión, que según registró el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), provocó un temblor de tierra de 2,1 grados en la escala de Richter, fue calificado por muchos vecinos como "una bomba nuclear", mientras que otros creyeron que se había tratado de un terremoto. La explosión ha arrasado la planta de fertilizantes y afectado a numerosas estructuras en las inmediaciones, "entre 50 y 75 casas destrozadas", según los testigos. Cerca del lugar se encuentran dos centros de enseñanza y una residencia de personas mayores, la cual fue inmediatamente evacuada.

Obama promete apoyo para responder a la "tragedia"

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ofreció el apoyo de su Gobierno para apoyar la respuesta de las autoridades locales a la "tragedia" ocurrida en West. "Nuestras oraciones están con el pueblo de West", expresó Obama en un comunicado enviado por la Casa Blanca. El presidente, que participó en Boston en una ceremonia por las víctimas de los atentados del pasado lunes en esa ciudad, dio las gracias a los equipos de emergencia en West "que trabajaron sin descanso durante toda la noche para contener la situación y atender a los heridos". "Una comunidad muy unida ha sido sacudida y personas buenas y trabajadoras han perdido la vida", destacó Obama sobre la explosión en la planta de fertilizantes. El Gobierno, a través de la agencia federal de emergencias (FEMA), está "en estrecho contacto" con las autoridades estatales y locales para dar apoyo en las operaciones de rescate y búsqueda de víctimas, que todavía continúan. Durante el vuelo a Boston, Obama habló por teléfono con el gobernador de Texas, Rick Perry, para expresarle que sus oraciones están con los habitantes de West y ofrecer recursos federales a las tareas de recuperación, según señaló a los periodistas Josh Earnest, portavoz adjunto de la Casa Blanca.

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