Un niño de dos años murió ayer tras ser arrastrado al agua por un caimán en el parque Disney de Orlando y el cadáver fue hallado horas después.

El suceso ocurrió mientras una familia de Nebraska descansaba en la orilla, cerca del complejo de spa y resort. El padre del pequeño intentó lanzarse al agua para agarrar al niño y se cortó la mano, pero no pudo rescatarlo.

Los padres alertaron entonces a un guardia del ataque y se decretó el cierre de la zona. Entonces comenzó la búsqueda del pequeño con buzos y con un helicóptero.

En el lugar no hay señales que adviertan de la presencia de caimanes aunque sí anuncios que desaconsejan el baño en este lago artificial.

Testigos afirmaron que el animal podría tener entre un metro y medio y dos metros de largo. Las autoridades confirmaron antes de localizar el cuerpo descuartizado que habían atrapado y eutanasiado a cuatro caimanes, pero ninguno mostraba evidencia alguna de ser el que había atrapado al niño.