Un total de 2.020 personas están afectadas, hasta ahora, por el brote de gastroenteritis detectado la semana pasada en las provincias de Barcelona y Tarragona. Los enfermos contrajeron el mal tras beber agua embotellada en garrafas o bidones instaladas en 925 empresas.

Los datos fueron facilitados ayer por el secretario de la Agencia de Salud Pública de Cataluña (Aspcat), Jordi Guix, que explicó que por el momento no conocen el origen del brote, aunque insinuó que el problema podría estar en el proceso de envasado del agua, que se lleva a cabo en una planta en Andorra.

La empresa Eden Springs España, distribuidora del agua contaminada, retiró la semana pasada de forma preventiva más de 6.000 garrafas de 19 litros de agua de la marca Font d'Arinsal en las provincias de Barcelona y Tarragona. "Se ha llevado a cabo la inmovilización y recogida de todas las garrafas de partidas existentes, así como la higienización de las máquinas proveedoras de agua", detalló, por su parte Guix.

Los resultados de los cultivos realizados a distintos afectados apuntan, según apuntó el responsable de la salud pública catalana, a que se trata de un norovirus, un tipo de microorganismo que causa la mitad de casos de gastroenteritis.

El secretario de Salud Pública informó también de que las autoridades andorranas están llevando a cabo una investigación sobre cómo se pudo contaminar el agua, cuyos resultados serán posteriormente enviados a laboratorios catalanes para comparar sendas muestras del líquido. Se calcula que el proceso concluya en un mínimo de diez días.

Guix apuntó que el aumento en las cifras no se debe a que hayan aparecido nuevos casos de afectados, sino a que "el médico, cuando detecta un caso, no está obligado a declararlo si no es en el contexto de un brote, y además muchos de los enfermos ni siquiera han consultado un doctor". Por ello, la mayoría de casos no se comunicaron hasta que no se conoció que había un brote, "lo que explica este movimiento de cifras".

Los primeros casos del brote de gastroenteritis fueron detectados entre los días 12 y 13 de abril, y desde entonces sólo uno de los afectados ha sido ingresado, aunque fue dado de alta.