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Vuelve el fantasma del 'titanic' La operación de rescate se demoró cuatro horas según una camarera del crucero

"Nos decían que no pasaba nada y el barco se hundía"

  • Los pasajeros denuncian el desconcierto de la tripulación durante la evacuación

Carlos Peñacova, uno de los 177 españoles que viajaba en el crucero Costa Concordia, criticó ayer que la tripulación del barco les engañara y les dijera que no pasaba absolutamente nada cuando el barco se estaba hundiendo.

Peñacova relató de esta forma, en declaraciones a la Cadena Ser, la dramática experiencia que han vivido tras el naufragio del crucero en aguas de la isla italiana de Giglio.

El turista español, que embarcó el pasado lunes para hacer un crucero de siete días por el mediterráneo, reconoció que llegó incluso a temer por su vida, sobre todo cuando vio que el bote salvavidas en el que se encontraba se estaba "llenando bastante" de agua.

Tras criticar el caos y el descontrol que se produjo en la evacuación, Peñacova denunció que, a diferencia de lo que suele ser habitual, en esta ocasión, no recibieron instrucciones de emergencia y que, por eso, la gente iba al bote salvavidas que tenía más cercano, no al que le correspondía.

"Había gente que intentaba entrar (al bote) cuando estaba lleno", prosiguió este turista, quien insistió en el "descontrol" que se produjo en la evacuación: "Nos decían que no pasaba absolutamente nada y el barco se estaba hundiendo...". Criticó también que no bajaran del crucero los botes salvavidas, a pesar de que ya habían sonado los siete pitidos que es la orden directa de que el crucero tiene que estar evacuado totalmente.

"Parecía una película. Empezamos a correr para llegar arriba y ahí nos dijeron que fuésemos al camarote. Nos aseguraban que no era más que un desperfecto técnico", afirmó otro pasajero, argentino. "Iba todo perfecto hasta que fuimos a cenar y empezamos a sentir como si el barco rozara contra algo", aseguró al canal de televisión Todo Noticias Jonathan Balaban, uno de los 17 argentinos que viajaban en el crucero italiano. "Ahí empezó a temblar y a inclinarse. Se apagaron las luces y comenzaron a caerse las cosas", advirtió el joven, que vive en la ciudad argentina de Rosario y viajaba con su novia.

Balaban destacó que cuando el capitán del barco ordenó que bajaran los botes salvavidas, la gente "empezó a enloquecer".

"Era una situación de pánico importante. El barco estaba muy inclinado. Realmente parecía una película. Las cosas se caían", insistió para indicar que cuando se alejó de la embarcación pudo comprender "la magnitud de la tragedia".

Una camarera colombiana del crucero Costa Concordia, Inés Montaño, aseguró que el operativo de rescate tardó en llegar "como cuatro o cinco horas".

Montaño recordó en la emisora colombiana RCN Radio que cuando encalló la nave ella se encontraba todavía trabajando con sus compañeros y que las labores de evacuación de los pasajeros no arrancaron sino hasta "prácticamente como cuatro o cinco horas" después.

"No se espera nunca esto. Ni se puede ni explicar cómo es. La verdad, todo el mundo trata de salir bien y ya". Montaño forma parte de un grupo de diez colombianos que viajaban a bordo del barco, y que según señaló, se encuentran todos bien y aguardan para ser enviados a su casa.

"Estábamos en el caos absoluto, ninguno de la tripulación sabía decirnos qué hacer, la nave comenzó a inclinarse y todos fuimos lanzados unos sobre otros, cayendo e hiriéndonos", refiere una familia italiana. "Ha sido una pesadilla, parecía el Titanic, pensábamos que íbamos a morir", afirmaron Silvana Caddeo, Ignazio Deidda y Mirella Corda, que precisaron que el golpe se produjo cuando estaban cenando.

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