Todos los colegios maristas de la provincia del Hermitatge, que incluye a los nueve centros de Cataluña y los de Francia, Grecia y Hungría, han reforzado con un decálogo el protocolo de actuación sobre casos de abusos a menores que tenían en vigor desde 2011. La orden religiosa ha decidido reforzar y actualizar su protocolo de actuación ante estas situaciones a raíz del caso del ex profesor de gimnasia del colegio de los Maristas de Barcelona Joaquim Benítez, investigado y acusado de cuatro delitos sexuales por los que declarará esta semana en el juzgado.

Desde los maristas, que denunciaron al ex profesor ante la Fiscalía, lo expulsaron del centro y lo obligaron a renunciar a cualquier compensación o al cobro del paro, aseguraron a Efe que sus colegios fueron los primeros en disponer de una "guía para la protección de los niños", que prevé todos los pasos para prevenir abusos y denunciarlos.

Gracias a este protocolo, al que ha tenido acceso Efe, fueron descubiertos, por ejemplo, casos de abusos a alumnos que los habían sufrido en el ámbito familiar y también el caso del monitor en prácticas que presuntamente abusó de varias alumnas en el colegio de los Maristas de Sants, que también está denunciado.

Los maristas de la provincia del Hermitatge decidieron elaborar el primer protocolo después de que la ONU aprobara en 1989 la Convención sobre los Derechos de los Niños y tras algunos casos ocurridos en sus escuelas, como un caso en Badalona.

La mencionada guía introduce la política provincial de protección de los niños, un glosario donde se describen las diferentes prácticas de abusos o acosos que se pueden producir, un protocolo de indicadores para detectar casos de abusos y los protocolos y procedimientos que hay que seguir cuando se compromete la protección de los menores. Igualmente incluye los teléfonos de contacto con los servicios de atención a la infancia y adolescencia de la Generalitat, la Fiscalía de Menores y los Mossos d'Esquadra.

Tras el caso Benítez, los maristas incluyeron un decálogo en el que se comprometen "a seguir avanzando en la aplicación y el desarrollo de los protocolos propios ante cualquier tipo de abuso a los niños" y difunden en todos sus centros una campaña para prevenir y actuar ante casos de abusos. El decálogo también compromete a difundir entre toda la comunidad educativa y con total transparencia "todas las acciones que se lleven a cabo en el marco de la defensa de los derechos de los niños".

Los centros maristas impulsarán ciclos de conferencias abiertos a las familias, a la comunidad educativa y a la sociedad en general para generar cultura sobre la prevención y la acción en materia de abusos sexuales.