Sociedad

Los registros sólo recogen el 10% de la cifra real de menores maltratados

  • El número de niños víctimas de malos tratos casi se ha triplicado en los últimos años · La mayor parte del abuso sexual infantil se produce en el seno familiar, de ahí la dificultad para detectar el problema

Definir los malos tratos a la infancia parece sencillo, sin embargo, en la práctica resulta complejo. Existe un consenso referente a los grandes síndromes del niño maltratado y situaciones de alarma social, pero otras circunstancias no se presentan tan evidentes.

La prevalencia real del maltrato infantil es desconocida, ya que la mayoría de los casos no son detectados. La propia naturaleza del problema, que en gran número se produzcan dentro de la propia familia, el miedo a la denuncia, en ocasiones, la formación insuficiente de los profesionales, que el agredido sea un niño, etcétera, condicionan el conocimiento del número de casos, explica José Sanmartín, director del Centro Reina Sofía para el estudio de la violencia. Los expertos asemejan la situación a la de un iceberg, estimando que los casos detectados serían sólo una parte de los casos reales.

Así, se estima que los registros con los datos de maltrato infantil en nuestro país sólo reflejan una pequeña parte del problema ya que "la cifra es aproximadamente diez veces superior a la que se ha podido recabar en los registros oficiales. Los casos que son denunciados y conocidos posiblemente no superen el 10 por ciento del total de menores maltratados", manifiesta Sanmartín. De este porcentaje sólo el 5 por ciento llega a los tribunales, "una cifra muy baja para un problema muy grande", según Sanmartín.

En cinco años, el número de niños maltratados en España casi se han triplicado. En 2001, 2.614 menores habían sido víctimas de esa situación, mientras que en 2005 -último año de los que existen datos- esa cifra se elevó a 6.438, según el informe La infancia en cifras del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Por tramos de edad y por sexo, las niñas menores de 13 años son las más afectadas por este problema social.

El director del Centro Reina Sofía apunta que el tipo de maltrato que más se registra actualmente es el maltrato emocional, que lo sufren 6 de cada 10 niños maltratados. "Es importante saber que este maltrato no consiste en las secuelas psicológicas que siguen de otros tipos de maltratos, sino que son aquellas palabras o gestos que reducen o minusvaloran al menor", manifiesta Sanmartín.

No es la única forma de maltrato que existe ya que el abuso sexual no se suele denunciar y es casi "invisible" para la sociedad. Las razones de esta circunstancia estriban en que "casi todo el abuso sexual ocurre dentro de la familia", en un ámbito íntimo, lo que provoca la existencia de "mecanismos para ocultarlo a la sociedad", dice el experto. Además, también influye el hecho de que "a lo largo de la historia de la Humanidad, el abuso sexual ha sido estigmatizado por la sociedad, por lo que permanece oculto", declara Sanmartín. En España, esta violencia afecta a 4 de cada 100 niños maltratados por lo que el experto lo considera como "minoritario" aunque recalca su gravedad, ya que este tipo de maltrato suele aparejar en la víctima problemas físicos y, sobre todo, psicológicos.

El tipo de violencia que más se suele detectar es el maltrato físico que se produce en 4 de cada 10 niños que sufren maltratos, según los datos del Centro Reina Sofía. En contraste con los tipos anteriores de maltrato, José Sanmartín llama la atención sobre las "negligencias y las omisiones, que son el tipo de maltrato dominante en nuestra sociedad". El experto califica este tipo de violencia como "aquella en la que voluntariamente no se hace algo que es necesario para la salud mental o física del menor, como no vacunar al niño, o no atender a las necesidades educativas que tiene, siempre que esto atienda a una voluntad de no hacerlo".

Respecto a los principales factores de riesgo que se suelen dar en las personas que ejercen la violencia sobre niños y adolescentes el experto dice que "suelen ser personas egoístas o egocéntricas, que ven a los demás como instrumentos para conseguir algo y no como iguales". "No se dan cuenta que los niños no son propiedad de los padres si no que son personas con derechos y deberes", reivindica Sanmartín.

Además el experto pone de relieve el hecho de que en el periodo 2005-2006, de cada 10 niños que fueron víctimas de maltrato infantil en España, en cuatro casos los agresores habían consumido gran cantidad de droga; alcohol en el caso de los hombres y otro tipo de drogas en el caso de las mujeres. Por último, un factor muy evidente en los maltratadores lo constituye el que "estas personas suelen interpretar muy mal la información social que les llega y, en especial, la información que les viene del niño. Por eso, en muchas ocasiones interpretan reacciones normales de los menores como retos a los que se tienen que enfrentar". Según Sanmartín, este cúmulo de factores de riesgo puede ayudar a comprender lo que en ocasiones parece casi imposible: que un padre o una madre acabe agrediendo -y en ocasiones matando- a su propio hijo.

Para ello, el director del Centro Reina Sofía cree que debería hacerse un esfuerzo especial en la mejora de los protocolos de detección en los servicios sociales y sanitarios. Sanmartín recalca la necesidad de prevención en el seno de la familia sobretodo en aquellas familias de riesgo. "No hay nada irremediable. Todos los factores se pueden tratar. Una sociedad es lo que son sus niños porque luego son los adultos del mañana, por ello debemos cuidarlos como personas que tienen sus derechos y deberes. Y ningún niño está condenado de por vida por el hecho de ser maltratado", concluye Sanmartín.

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