Visto y oído

Boniato

Atodo bombo Telecinco anunciaba que Aquí hay tomate iba a cambiar. Hay cosas en esta vida, como el turrón de coco, que no cambian y al Tomate sólo le podían lavar la cara. El plató parece salido de una máquina tragaperras y al logotipo en 3-D le han encaramado una chica Varga, de las de la Segunda Guerra Mundial. Eso sí, mantiene intacta la mala leche. Carmen Alcayde proclamaba que iban a "reinventar" el programa, cuando en verdad lo de este lunes no ha pasado de la presentación de una versión 1.3.

Aquí hay tomate varía para que nada cambie. Ni el marbelleo, ni las cortinas de humo sobre la familia real, con el príncipe añorando a Eva Sannum según la percepción de un tipo. La gran atracción era un reportaje con cámara oculta de Noemí Ungría que se ha metido en los entresijos de la iglesia de Tom Cruise. Y el postre de la primera re-entrega era una entrevista a Terelu Campos. Aunque parezca que al retoño de María Teresa no le queda dignidad, declaró que no iba a firmar la paz con el espacio que la ha perseguido hasta la humillación durante años. Era lo que se dice una entrevista bien pactada: Terelu se queda con la entereza y Telecinco con la audiencia.

Cadena y programa, emblema de la cochambre, han decidido acometer retoques antes de que sea demasiado tarde. Es difícil que vayan a bajar de los 2 millones de espectadores (coto impertérrito), pero por si acaso se ponen en guardia. Sé lo que hicisteis, la otra cara, es el programa que más daño le ha hecho a la sobremesa de Telecinco, a lo que se suma el buen momento de Amar en tiempos revueltos. Ante eso el Tomate le prende más fuego a la sartén.

Otra solución podría ser eliminar al arrogante Jorge Javier Vázquez, que es quien concentra odios, pero entonces sí que habría que reinventar el Tomate para convertirlo en Boniato.

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