Bombay es el punto final de Pekín Express, concurso viajero de La Sexta que tiene en el aire su continuidad. Hoy al menos concluye la aventura de esta edición, que transcurrió entre Sri Lanka e India, con Cristina Pedroche como directora de carrera.

La ruta de los elefantes cuenta con dos fianlistas: Pepe y Blanca, los aristócratas; y los primos, Matías y Nabil. Son los que hoy pugnarán por alcanzar la meta predestinada en el centro de Bombay tras recorrer un agitado trayecto hasta alcanzar la populosa urbe hindú.

"Sabía a lo que iba, sabía el miedo que se puede pasar por los bichos, por dormir sola, que se puede pasar hambre… pero no he sufrido tanto como en la primera edición", admitía ayer Cristina Pedroche. La anterior edición, que se emitió en Antena 3, transcurrió por Myanmar, actual nombre de la histórica Birmania, donde las condiciones fueron más exigentes, inclusive para la entonces novata conductora, que sintió "mucha presión" con este cometido.

Sobre los finalistas, Pedroche sólo desvela que "gana quien tenía que ganar". Sobre los primos los define como los más divertido de la edición, y sobre los aristócratas los resume como el yin y el yang entre ambos.

En la final, la presentadora revela que se emocionó muchísimo. "El momento más duro es la despedida a cada pareja. Se les coge mucho cariño y te da pena que se vayan. Aunque le tengo cariño a todas, las pulpeiras tienen un trocito de su corazón junto a las dos parejas de la final", expone Pedroche sobre lo vivido en pantalla en las últimas semanas.

"Me gustaría que me recordasen como la directora que daba caña a los concursantes pero que, a la vez, les daba mucho cariño", desea Pedroche, mentalizada por si Pekín Express no vuelve a la parrilla. El formato fue rescatado por Atresmedia hace dos temporadas tras un primera etapa del espacio en Cuatro, en sus años pioneros.

"Si tuviese que concursar me llevaría mucho papel higiénico y ropa interior limpia", aconseja la presentadora a partir de su experiencia en estas ediciones. "El equipo me ha tratado como una reina, con un papel higiénico de contrabando me creía Beyonce", desvela con cierta ironía. De su experiencia con hindúes y cingaleses sólo tiene "buenas palabras".