Jill kargman. 'mamá contracorriente'

"Jill está libre de complejos, pero con los pies en la tierra"

  • El canal Cosmopolitan estrena hoy la tercera temporada de la poco ortodoxa ama de casa del barrio más elitista de Nueva York, a cargo de esta escritora metida a actriz

Jill Kargman es la creadora y guionista de su 'Mamá a contracorriente'.

Jill Kargman es la creadora y guionista de su 'Mamá a contracorriente'. / cosmopolitan

El selecto Upper East Side es el telón de Mamá a contracorriente, comedia que regresa esta noche, a las 21.15, al canal Cosmopolitan, en las plataformas de pago, con la tercera temporada. La serie está basada en la novela Momzillas cuya autora es Jill Kargman (Jill Weber en la ficción), escritora que se encontró así con una imprevista oportunidad como actriz con su propio personaje. Kargman relata para este periódico qué le depara a esta ama de casa poco convencional envuelta en la alta sociedad neoyorquina con sus tres hijos.

-¿Cómo lleva lo de ser actriz de su personaje en la novela y en un guión escritos por usted?

-Muy bien. Me paso el día riendo con el equipo de guionistas. Teníamos tantas ideas que podría haber escrito treinta temporadas. De hecho, si fuese por mí me gustaría que hubiese habido muchas más aunque lamentablemente la tercera temporada que hoy se emite en España será la última. Pero sin duda es la más divertida y os va a gustar.

-En definitva, en esta serie se refleja su experiencia real en el Upper East Side de Nueva York...

-Así es. Estuve viviendo en ese barrio y me sentía una mamá de lo más extraña. Al margen de lo que me rodeaba. Intentaba hacer amigos, pero en realidad no formaba parte de su grupo. De hecho, siempre supe que en el fondo nunca terminaría de encajar en ese zoo.

-¿Qué es lo que comparte su realidad con su personaje de ficción?

-El armario. La ropa de toda mi vida es la que aparece en la serie. La moda me encanta. Empecé a coleccionar arneses de cuero el año pasado porque su estética y el aspecto me encantan. El arnés lo uso sobre una camisa blanca o en capas sobre un vestido negro… un vestido de encaje con un arnés de cuero es lo más que puedes ver en Nueva York.

-¿Qué podemos esperar de esta tercera temporada?

-El primer episodio ya nos introduce en un tema central de la serie: los problemas de los padres para relacionarse con una hija que se hace mayor de manera imparable. Mi hija en la vida real tiene catorce años y en la serie, once. Esto es genial porque así he ido unos pasos por delante y he podido tomar notas y escribir sobre ello. El segundo gran tema de la temporada es la relación con mi madre en la ficción, interpretada por Joanna Cassidy (A dos metros bajo tierra, aunque su primer personaje popular fue con Falcon Crest). Muchos espectadores dicen que tenemos una relación complicada y difícil , pero no se imaginan cómo va a evolucionar cuando ella se traslada a vivir con nosotros.

-¿Por qué está segura de que esta temporada es la mejor?

Sin duda. Es la mejor que hemos hecho porque la cadena Bravo (donde originalmente en EEUU se programa Odd mom out) nos ha dado mucha libertad. He podido ser yo misma y en estos nuevos capítulos aún soy todavía más delirante. Tengo que reconocer que en la primera temporada nadie sabía hacia dónde iba esta historia, por lo que me sentía más atada y presionada que ahora. La segunda fue la de la consolidación y esta tercera es la de la diversión, de disfrutar con lo que hemos levantado.

-Las cosas van mal a sus personajes para que una comedia vaya bien.

-Por supuesto. Vemos a toda esa gente rica en apuros por un revés financiero e intentando hacer sacrificios cuando todavía están en una posición muy acomodada. Habrá situaciones muy divertidas: Andy, mi marido en la ficción, se involucrará de lleno en el comité del colegio de nuestras hijas, que ya están entrando en la etapa de la pre adolescencia. Yo, ya tengo bastante con convivir con mi irritante suegra. Los problemas estarán asegurados en el contexto de ese barrio.

-¿Quiénes serán los invitados de la nueva temporada?

-Las apariciones de famosos es una de las señas de identidad de mi programa. Pasará por allí Dave Navarro, guitarrista y ex miembro de los Red Hot Chili Peppers o la presentadora matinal Wendy Williams, que es muy popular en Estados Unidos. Hemos contado en otros episodios con Gwyneth Paltrow, Blythe Danner o Drew Barrymore.

-Su serie es muy neoyorquina. Aunque Nueva York fascine a todo el mundo ¿es entendible todo lo que sucede en Mamá a contracorriente?

-Sin duda. Jill es una personaque está libre de complejos, que forma parte de Manhattan pero que, a diferencia de muchas madres que residen en la zona más selecta, tiene los pies en la tierra. Los espectadores de cualquier parte, les guste o no Nueva York, se sienten identificados con los personajes y las tramas. Hay temas universales. A todos nos molesta cuando nuestra suegra se acopla en casa ¿no?

-¿Cuál sería la clave para ser una buena madre?

-Lo intento reflejar en esta serie. Es complicada esa relación entre tener una hija que se va haciendo mayor, un marido tratando de mimarla como un bebé y una mujer intentando ser una madre compresiva que no parezca demasiado antigua. Es cierto que cuando eres madre primeriza te sientes vulnerable y juzgada. Te vuelves insegura, pero eso me pasaba cuando tenía 28 años, cuando me importaba lo que pensaba la gente. Ahora no tengo tanto cuidado, me da igual lo que piensen.

-¿Y su secreto para mantenerse joven?

-El secreto es no tener secreto. Soy muy feliz a mis 43 años. Mi madre tiene 65 años y sigue estando hermosa sin hacer nada.

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