Apareció como novela en 2014, del guionista Miguel Sáez Carral y al poco se convertía en ficción. Ha estado casi tres años a la espera de salir al aire y finalmente antes de llegar hoy en abierto en Antena 3 fue vista por los clientes de Netflix en medio mundo. Apaches "no es para todos los públicos", adelantan sus creadores, con Alberto Ammann y Eloy Azorín como protagonistas.

Siguiendo el texto literario, la historia cuenta con una sola temporada de doce capítulos con final cerrado. Es la historia de Miguel, un periodista que "se ve obligado a volver a un lugar del cual se ha salvado", el barrio madrileño de Tetuán de los años 90, donde el riesgo de caer en la marginalidad era siempre posible. La contradicción de tener que volver allí, unido a cierta nostalgia y cierto gusto por habitar otra vez ese espacio es lo que más le interesó de su personaje, que se aliará con un amigo de la infancia (el personaje que encarna Eloy Azorín) para vengar a su padre y luchar por la justicia, aunque eso le lleve a cometer ilegalidades y convertirse en un atracador de joyerías.

Paco Tous, Verónica Echegui y Lucía Jiménez completan el elenco principal de 'Apaches'

Apaches, adelanta Ammann es una serie "realista, muy potente" que, según el actor argentino, se enmarca en el nuevo juego de las plataformas de pago: "hacer series adultas, comprometidas con temas que, si se enfocaran para todos los públicos, se trivializarían".

A Ammann le parece interesante que las cadenas generalistas "se estén acercando más a ese riesgo", y ahí sitúa Apaches, en la que el apartado barrio madrileño de Tetuán es "un protagonista más". El elenco principal lo completan Paco Tous, Verónica Echegui, Lucía Jiménez (ahora concursante de Tu cara me suena), Ingrid García-Jonsson, Críspulo Cabezas, Lluis Soler, Juan Gea, Nerea Barros, Elena Ballesteros y Claudia Traisac, de quienes dice que han hecho "un trabajo espectacular".

Alaba que, por la "internacionalización de contenidos", la ficción en España "esté creciendo", aunque considera que "le falta bastante" para llegar al nivel de series como The Young Pope o Black Mirror, dos series que tienen "enganchado" a Ammann, y en las que no le importaría trabajar.

Otra asignatura pendiente de la ficción en España, señala, es la larga duración de los capítulos y la cantidad de publicidad que se inserta durante su emisión, algo que le sorprendió cuando llegó de Argentina hace 14 años y que hoy considera "insostenible" para competir en el mer ado internacional. "Es muy difícil seguir una serie en España porque te cansas de la publicidad y te dispersas, no terminas de entrar en los temas", dice quien recuerda que "no hay nada que inventar, si las cosas funcionan bien otros sitios, como el sector audiovisual estadounidense y sus capítulos de menos de una hora, sólo hay que mirarlas".

Por el momento, Apaches será la única oportunidad de ver en televisión a Alberto Ammann, a quien no se le ha presentado ningún proyecto que le "enamorase" y por el momento ha decidido volcarse en la escuela de interpretación que ha abierto en Madrid con su compañera, la también actriz Clara Méndez-Leite.