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Rodolfo no será el único 'chikilicuatre'

  • Además del pavo que representará a Irlanda, entre el resto de los 43 participantes en Eurovisión hay otras propuestas insólitas como un rapero de la tercera edad rumano o un desafinado coro folk belga

El comité de Eurovisión ha dado el sí definitivo a las 43 canciones que representarán a sus respectivos países, una variada selección de temas que recorren desde la solemnidad hasta la parodia y que marcan un punto de inflexión para un festival entre la decadencia y la redefinición.

La página web oficial del concurso ha comenzado hoy a emitir los vídeos de las 43 canciones, cada uno de ellos de 15 minutos de duración. Por primera vez, y debido al récord de participación, dos semifinales cribarán las canciones seleccionadas -los días 20 y 22 de mayo- hasta llegar a las veinticinco finalistas que el próximo 24 de mayo se disputarán en Belgrado el título de ganadores de la 53 edición del Festival de Eurovisión.

Los cuatro países que más aportan al presupuesto del festival -el 40 por ciento-, España, Francia, Reino Unido y Alemania, son, junto con la anfitriona Serbia, los únicos exentos de esa primera fase.

Belgrado y millones de telespectadores podrán seguir en directo en la final el "perrea, perrea" que abre la sátira de Rodolfo Chikilicuatre Baila el Chiki Chiki, que se interpretará en el vigésimo segundo lugar, mientras que la canción de Francia -¡en inglés!-, Divine, de Sébastien Tellier, sonará en el puesto diecinueve.

Alemania, con su grupo por prefabricado No Angels y su canción Disappear, en el cuatro, la canción disco-funk del ex basurero Andy Abraham, Even If, en el segundo, y la balada entre balcánica y celta de la serbia Jelena Tomasevic, Oro, en el veintitrés, conforman una convincente muestra representativa de los palos que toca este año Eurovisión.

Montenegro y San Marino, debutantes en el certamen, competirán en la primera semifinal con Israel, Estonia, Moldavia, Bélgica, Azerbaiyán, Eslovenia, Noruega, Polonia, Irlanda -la más ganadora de la historia, con siete victorias-, Andorra, Bosnia Herzegovina, Armenia, Holanda, Finlandia, Rumanía, Rusia y Grecia.

El estadio Arena de Belgrado tendrá que elegir cuál de ellas es digna de ser finalista, lo que puede definir la línea "eurovisiva". ¿Sobrevivirá el espectáculo irónico de Dustin, el pavo irlandés, que gloglotea Irelande, douze pointe -Irlanda, doce puntos-? ¿Llegará Gisela, corista del Europe's living a Celebration de Rosa de España en 2002 a ser finalista como solista con su canción disco Casanova por Andorra?.

Los más fieles a la balada clásica tienen como máxima representante a la canción noruega Hold on, be strong, de Maria Haukaas Storeng, Moldavia aporta sensualidad en A century of love, de Geta Burlacu, y la israelí Dana International vuelve como compositora del tema Ke'ilo kan, en la voz de Boaz Mauda, apodado "el cowboy yemení".

Desde Rumanía se apuesta por un sosias de Andrea Bocelli, el tenor Vlad Mirita; Azerbaiyán presenta un duelo entre un ángel "castrato" y un demonio rockero y Estonia pasea su descacharrante circo de Kreisiraadio. El bosnio que canta Pokusaj prefiere sorprender con la puesta en escena mientras que desde Bélgica, el desafinado coro folk que es Ishtar ha decidido inventarse una nueva lengua para O Julissi na jalini.

Holanda -con una cantante de procedencia marroquí-, Rusia -que repite participante, el ídolo juvenil Dima Bilan-, Montenegro, Armenia y Eslovenia apostarán, por su parte, por canciones bailables de pop convencional.

Los "eurofans" se han quejado de la baja calidad de este primer grupo con respecto al segundo, formado por Islandia, Suecia, Turquía, Ucrania, Lituania, Albania, Suiza, República Checa, Bielorrusia, Letonia, Croacia, Bulgaria, Dinamarca, Georgia, Hungría, Malta, Chipre, Macedonia y Portugal.

Más o menos acertadas, pero con vocación más seria, entre las canciones de esta semifinal destacan Zemrën e lamë peng, de la jovencísima albana Olta Boka, el sirtaki sensual de la chipriota Evodkia Kadi y su Femme Fatal, o el políglota Paolo Meneguzzi, que representa a Suiza con una balada clásica.

Éxito de ventas en su país, el danés Simon Mathew aspira a buena posición con All night long, mientras que el apoyo popular de los concursos televisivos sustenta la candidatura portuguesa Senhora do Mar, un fado de Vânia Fernandes, nacida en Madeira. La apoteosis discotequera llega con la canción Hero, de Suecia, los piratas letones que cantan Wolves of the Sea, el tema maltés Vodka, de Morena, o la representante búlgara.

No falta la curiosidad de una nueva expresión en español que titula una canción como Hasta la vista que, ya usado por Ucrania en 2003, representa ahora a Bielorrusia, mientras que un rapero de la tercera edad llamado 75 Cents se cuela en la canción croata Romanca y una señora de Georgia con una enormes gafas de sol se desgañita por la paz en Peace will come.

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