No es la primera tv-movie en la que Norma Ruiz trabaja (también ha dado vida a Blanca Cuesta en otra ficción que Telecinco ha hecho sobre la vida de Carmen Cervera, Tita Cervera, la baronesa), pero sí en la que con su trabajo de total protagonista se ha dejado la piel. La actriz madrileña interpreta esta noche y mañana a Marieta en Rocío Dúrcal. Volver a verte, la miniserie de dos capítulos que estrena Telecinco y que se centra en la vida y la trayectoria de la cantante madrileña. Norma se siente orgullosa de haber participado en ella, y no sólo porque el proyecto es ambicioso, sino porque se declara una gran seguidora de Dúrcal. Las canciones de la artista se las conoce de memoria y sus bailes, en más de una ocasión, los ha recordado ante el espejo de su habitación...

-¿Cómo puede resumir su trabajo en esta tvmovie?

-Es increíble, fascinante, inigualable. Mi paso por la vida de Rocío Dúrcal ha marcado mi estado de ánimo y mi salud, para bien. Nunca un trabajo tan intenso me ha dado tantas satisfacciones. Imagínate que se trata de rodar dos películas en muy pocas semanas y eso requiere de una especial concentración y esfuerzo, pero merece la pena. A mí me la merece...

-¿Se ha preparado este personaje de un modo especial?

-No se trata de un personaje que tengas que crear tú, sino que ha existido y aún está muy vivo. Además, me confieso una gran seguidora de Rocío Dúrcal, pero no de ahora, sino de toda la vida. Por todo ello y porque me tomo en serio mi trabajo he preparado este papel con mucha minuciosidad, me he documentado, he estudiado mucho y, aunque tengo nociones de baile y teatro, he tenido que ampliarlas. He visto mil coreografías de ella y he intentado analizar su intensa carrera artística, además de la personal. Marieta ha tenido una vida muy rica pero también sacrificada. Este trabajo es un reto personal y tanto Marieta como Rocío ya forman parte de mí. Por mi cuerpo ha pasado toda su vida, porque en esta tv-movie no hay distintas actrices que interpretan las distintas etapas del personaje. Sólo yo, y esto marca.

-Habla de sacrificio, orgullo, preparación, pero también hay bastante responsabilidad en un papel de estas características, ¿no?

-Imagínate. Rocío Dúrcal es una artista muy querida, una profesional. Además, tras la muerte de una persona se tiende a mitificarla y no quieres dar una imagen que realmente no corresponda. La admiré profundamente e impone muchísimo, pero he hecho este trabajo con el máximo amor y respeto. Nunca me he enfrentado a un papel tan maravilloso y bonito como el de Marieta.

-Este tipo de trabajos suelen ir acompañados de polémica. A veces los protagonistas no están del todo de acuerdo... ¿Dan miedo o preocupan estas críticas?

-Los actores nos basamos en un guión y nuestro objetivo es hacer un trabajo bueno, pero es cierto que estamos especialmente presionados porque somos los que ponemos cara a los personajes. Los nervios están a flor de piel, pero estoy tranquila porque sé que hemos hecho esta tv-movie con respeto y cariño. Se cuentan anécdotas muy interesantes y nos acercamos a su vida familiar para llevar al público sólo cosas buenas.

-El personaje de Marieta pasa por distintas etapas, ¿hay alguna especialmente complicada?

-Lo más difícil ha sido interpretar su enfermedad. Ésta es la etapa de su vida más corta en el tiempo, pero la más intensa. Me he sometido a sesiones muy duras de caracterización para tener un aspecto físico muy concreto, pero no sólo eso. Es realmente difícil ponerte en la piel de una mujer tan fascinante y luchadora, que ha vivido mucho y que no quería irse. El volumen de trabajo ha sido muy grande y este personaje tiene un arco tan completo que te tienes que poner en distintas situaciones en muy poco espacio de tiempo. Genial.

-¿Muchos proyectos?

-Hay cositas interesantes por ahí pero con estos tiempos de crisis hasta que no estén cerrados, nada.