-¿estará hoy en el palacete, en directo?

-No actuaré, pero estaré con los compañeros. Por un lado me da pena, pero por otro siento alivio de esa presión.

-¿Cuál sería la clave?

-Todo tiene que estar muy ensayado. Cada uno, en su responsabilidad. De hecho pensaba que esto iba a ser mucho más sencillo. La que han liado…

-¿Le evoca el Estudio 1 o las series de otro tiempo?

-Pero nunca se ha hecho algo así en tiempo real. Es como hacer una película en una única toma.

-¿Ya echa de menos a doña Blanca?

-Acabé a finales de verano. Cada día terminaba con alguno de los actores, fuimos derrochando lágrimas. Con Sacristán fue mi última escena...

-Sacristán ya comentó que acabó con todo el dolor por terminar Velvet.

-Hubiera seguido lo que hubiera hecho falta. Nunca estuvo de mal humor, nunca se quejaba. Fue una lección de humanidad y de humildad. Yo sí me quejaba más. Ha sido una delicia el trabajo en estos años. Los actores más jóvenes estaban muy mentalizados. Muy curtidos.