Miguel Ángel Cortés, bailarín y concursante de 'Fama'

"Me queda mucho que seguir aprendiendo porque no soy un bailarín completo"

  • La televisión ha abierto un futuro prometedor a este jerezano que trabajó en la hostelería y la construcción

Miguel Ángel Cortés, Migue para su familia y amigos, se ha convertido en un personaje popular a través de la pequeña pantalla. Este jerezano de la barriada de La Granja en el tiempo en que ha estado fuera no ha olvidado de dónde viene y ha atendido con una sonrisa a todo aquel que se le ha acercado para perdirle un autógrafo o una foto. La repesca ha hecho que vuelva como concursante al programa de Cuatro 'Fama ¡A bailar!' que le ayudado a formarse como bailarín, aunque reconoce que le queda mucho camino por recorrer.


-¿Qué echaba de menos de Jerez estando en la escuela?

-Pues echaba de menos la tranquilidad. El poder tomarme una copa tranquilo en la zona de movida, algo que me faltaba los fines de semana. El estar con mi familia, a mi perra Estela (un ratonero bodeguero) y la intimidad, por ejemplo, sentarme en mi cama sin escuchar ningún movimiento de cámara para captar cómo te acostabas o cómo llorabas.

-¿Qué ha aprendido en todo ese tiempo de formación?

-He aprendido muchas cosas, estoy muy contento. De hecho, tengo que agradecer mucho a la gente que ha hecho el programa por el buen trabajo, pero no deja de ser un programa de televisión. A nivel técnico podía haber aprendido más en una escuela que ahí, aunque a nivel personal he aprendido a trabajar en grupo, a tener una disciplina y saber escuchar al dar opiniones, a compartir ideas y saber cómo bailar con cámaras, al principio algo muy frío, pero a lo que te acostumbras y le coger hasta gustito y a hacer un directo, algo que se hace muy duro. Eso cansa bastante, pero la recompensa que tienes es el apoyo del público y el agradecimiento de toda la gente que trabaja en el programa.

-¿Por qué se presentó al casting de este programa?

-Una amiga mía, Rocío, me incitó una barbaridad. Me dijo que si no me presentaba le iba a defraudar y ante eso, pues tenía que ir. De siempre me ha gustado bailar, pero he tenido muchas inseguridades, ese miedo de no ser capaz de o no voy a llegar. De pequeño bailaba en el colegio. Hice mi primera coreografía en el Almunia, y tuvo mucha aceptación, donde yo estudié y un profesor me dijo que siguiera bailando, que era lo mío, mi futuro. Eso no lo he olvidado.

-¿Se ha formado Miguel en otras escuelas?

-He tenido poca formación. Tuve la suerte de conocer a un profesor de Jerez, Ilde García, que me ha enseñado mucho y que me propuso hacer un curso de monitor de funky y de hip-hop, algo que siempre me ha gustado pero en plan autodidacta. Tenía que ir a Sevilla, me convencieron y creo que fue el mejor paso que di. Conocí a mi amiga Rocío (salió en el programa de Cuatro) que me llevó a Barcelona y me dijo lo que me faltaba de aquí y allá. Fue la que me dijo que fuera al casting. Era la primera vez que pisaba Madrid, de noche y con un frío increíble. Estuve cerca de ocho horas esperando en la cola, con dolor de huesos, pero mereció la pena porque empecé a pasar pruebas.

-¿Esperaba ser tan querido?

-Para nada. Cuando llegué a La Granja no podía ni aparcar el coche. Me podía imaginar algo cuando salimos a la calle en Madrid, con unas 12.000 personas. Mi padre me dijo cuando vino a verme que 'Jerez está contigo' y aún así no me lo esperaba. Es muy bonito que se te acerquen y te valoren el trabajo, lo buena persona que eres y te den las gracias por dejar Jerez donde lo has dejado.

-¿Se siente profeta en su tierra?

-Totalmente. Creo que he dejado a Jerez en buen lugar y espero que con este programa seamos mucho más conocidos. Que sepan que la danza, tanto en la provincia como en Andalucía también se mueve. Me gustaría con el tiempo abrir con más gente un centro de formación completo en Jerez, no sólo de baile, también de interpretación.

-¿Cómo ha vivido lo poco que ha estado fuera de la escuela?

-Estoy asimilando poco a poco lo que me pasa. Veo a la gente que quiero ver. Me dicen que se nota que no he cambiado, que sigo siendo yo, ese Migue de La Granja. Para mí eso es muy importante, saber que no he cambiado.

-¿Qué se lleva de 'Fama'?

-Me llevo el cariño de mis compañeros y de mis profesores, que aparte de la profesionalidad que tienen, son muy buenas personas. Me han podido reñir o gritar, pero hoy en día lo agradezco porque han sacado mucho de mí.


-¿Le falta algo por hacer?

-Pues no, porque he ido con la mentalidad de hacer lo que me apetecía en todo momento, siempre con los horarios de la escuela y con sus normas. He dicho las cosas a quien he querido, he demostrado cariño y he tenido broncas también por mi carácter, pero estamos sometidos a mucha presión.


-¿Qué proyectos tiene?

-He hecho algún que otro bolo. Lo de ir a charlar y bailar con los alumnos del Almunia me ha hecho mucha ilusión.


-¿Piensa seguir formándose?

-Totalmente. La formación vale dinero y la perspectiva que tengo es ir a Los Ángeles. Me gustaría aprovechar este boom bailando y ganando un dinerito para invertirlo en formación. Nunca se puede dejar de aprender y tengo que aprender mucho. Ahora he estado adquiriendo conocimientos, pero hay que seguir aprendiendo porque no soy un bailarín completo. Me queda mucho por hacer.


-¿Quién es su favorito?

-¡Ay! Mi Vicky, que se me cae la baba con ella. A Quique lo quiero un montón, es como mi hermano, pero donde va Vicky no va nadie. Me ha aportado mucho como persona y como bailarina. Esto es un concurso y el público decide si ganas o no, pero ella es la Bisbal de este concurso.

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