Virginia Naranjo. Ganadora de la cuarta edición de 'Masterchef'

"Los sueños se cumplen"

  • La jerezana ganaba anoche el programa de La 1 con Arzak, Subijana y Martín Berasategui en el jurado final

Una noche mágica entre fogones y con muchas estrellas. La concursante jerezana Virginia Naranjo (39 años) se alzó anoche con la cuarta edición de Masterchef en La 1, en un duelo final en el que demostró con creces su habilidad en las cocinas ante la admiración de los maestros Juan Mari Arzak, Martín Berasategui y Pedro Subijana. Los tres grandes y el jurado habitual (Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera), se decantaron por la pasión y talento de Virginia. La andaluza aprendió a cocinar de niña con su hermana gemela, Raquel, que también participó en Masterchef y que contó con todo su apoyo en la gala final. Gracias a un enfado de su hija pisó por primera vez un plató de televisión y antes llegó a trabajar como comercial de publicidad en Diario de Jerez, cabecera del Grupo Joly.

-Felicidades, ¿cuándo le entró el 'gusanillo' de la cocina?

-Desde pequeña. Mi hermana y yo vivíamos con mi abuela y estaba enferma. Ella desde el salón nos iba diciendo lo que teníamos que echar para la comida de la familia. Empezó todo con 11 años y ha ido a más. Aquello era un juego, tenernos entretenidas, pero ha ido a más y nos gustó desde siempre. Será que también nos gusta comer...

-¿Qué le impulsó a presentarse al programa?

-Tengo una hija con 15 y un día tuvimos una pequeña discusión de madre e hija, me cogió el móvil y en ese momento estaban anunciando el casting para esta cuarta edición. Cogió mi móvil, mi cartera y mi DNI, y cuando se le pasó el enfado me dijo "mamá, he hecho una cosa muy grave. Te he inscrito en el casting de Masterchef. Y ahí empezó la aventura. Llamé a mi hermana y le animé a que también se apuntara porque nos lo podíamos pasar muy bien, ver lo que era la televisión por dentro... Éramos dos amateurs que nos gustaba la cocina con ganas de aprender.

-Reivindicando la cuchara.

-Creo que para hacer una cocina de vanguardia y moderna, primero hay que hacer unos buenos fondos, unos buenos caldos, un buen sofrito... Y nosotras hemos reivindicado nuestra cocina de cuchara y así ya en Masterchef nos han enseñado a dar la vueltecita.

-Anoche terminó feliz una gran aventura, pero ¿cómo recuerda los primeros días de programa?

-Pues con mucha ilusión. Yo no sabía lo que era la tele, las grabaciones y lo ves todo tan nuevo, te peinan, te maquillan, el vestuario... Ha sido muy divertido.

-¿Cuál es el momento más emotivo que ha vivido?

-Dos: cuando mi hermana me dio el delantal y el otro cuando me tuve que despedir de ella. Bueno, otro momento pletórico fue la prueba de exterior en Jerez, la disfruté muchísimo. Nosotros no sabemos a dónde vamos hasta que estás allí, así que ese día vi que íbamos a Cádiz, pero bueno, había muchas paradas en el trayecto. Yo decía "que no pase de largo, que no pase de largo". Cuando vimos que era en Jerez fue un subidón.

-¿Y el momento más duro ?

-En muchas ocasiones, porque han sido pruebas de exteriores muy difíciles. Lo del Club de Tenis fue muy duro, se me cortó una crema, la tuve que repetir...

-Ha conocido a grandes chefs, ¿con cuál se queda?

-Con Joan Roca (anoche tuvo que reproducir el steak tartar del reconocido cocinero para pasar al duelo final). Te da una paz cocinando y eso que vamos contrarreloj, pero te da una seguridad que me impactó. También Dani García en Marbella, Ángel León... Todos, me quedo con todos.

-¿El plato más difícil?

-El postre de Jordi Roca, uno con pétalos que tenía que abrirse, era complicadísimo.

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