Toros

Barberán cuaja detalles de su toreo en su debut en Las Ventas

  • El novillero algecireño firma los momentos más artísticos de la tarde ante un buen novillo de Baltasar Ibán, al que ha ligado excelentes muletazos con la derecha

El novillero algecireño Salvador Barberán ha protagonizado frente al segundo novillo de la tarde, el único con cierta clase y ritmo de un encierro que en general ha enseñado genio y aspereza, lo más destacado del festejo que abría el ciclo de novilladas nocturnas en la plaza de toros Monumental de Las Ventas.

En esta primera novillada nocturna de la temporada madrileña se ha registrado un tercio de plaza. Se han jugado novillos de la ganadería de Baltasar Ibán, de buena presencia y desiguales de juego: primero noble aunque flojo. El segundo manejable aunque se vino a menos, tercero encastado y con genio y los restantes de embestida descompuesta y rebrincada.

En cuanto al balance de los novilleros, Pedro Carrero, silencio tras aviso en ambos novillos de su lote; nuestro comprovinciano Salvador Barberán, silencio en ambos novillos de su lote, incomprensiblemente no se manifestó el público tras su buena labor en su primero, segundo de la suelta; Javier Cortés, silencio tras aviso y palmas tras aviso en el novillo que cerró plaza.

El banderillero Juan de Pura ha resultado herido en el tercio de banderillas del quinto toro y al cierre de esta edición era examinado en la enfermería de la plaza de Las Ventas por el equipo del doctor García Padrós.

El novillero algecireño, en una de las citas más importantes de una temporada que está basando en su paso por plazas de primera, aprovechó al segundo novillo del encierro en una faena con personal inicio que ha estado marcada por el gusto y la cadencia del conjunto, siendo más abundante su toreo sobre el pitón derecho. Tras media estocada no ha habido, incomprensiblemente, ningún reconocimiento para él.

El resto de los novillos de la nocturna ha supuesto una dura prueba para la terna, incluso para varios banderilleros que sufrieron apuros en banderillas incluso Juan de Pura resultó herido en el quinto toro.

Salvador Barberán tiró de oficio y voluntad frente al quinto, al que mato de una buena estocada, que lo tiró sin puntilla.

Pedro Carrero muleteó con suficiencia y reposo al animal que abrió el festejo, que se ha parado pronto y aplicó oficio y paciencia frente a cuarto que embistió punteando los engaños y rebrincado.

Por su parte Javier Cortés, variado en quites, se mostró tesonero y muy entregado en sus dos faenas tratando siempre de imponerse a la deslucida embestida de sus dos oponentes. Ha hecho un esfuerzo grande en ambos turnos pero ha marrado con los aceros en sus dos novillos, circunstancia que ha quitado resonancia a dos resueltas labores.

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