Decimosexta de abono de La Maestranza

Buen debut ganadero de El Juli

  • El diestro madrileño envía a Sevilla un encierro de El Freixo bien presentado, encastado y, en su conjunto, de buen juego

  • Carlos Ochoa, único que da una vuelta al ruedo

  • Younes y Cadaval escuchan sendas ovaciones

Con poco ambiente, el espectáculo de ayer en la Maestranza deparó un buen estreno como ganadero en Sevilla de Julián López El Juli, cuya ganadería, El Freixo, ya ha cosechado buenos resultados en otras plazas. El diestro madrileño parece que se lo toma en serio. Soltaron varios novillos que por su presentación se podían haber lidiado como toros en cualquier plaza de segunda e incluso de primera. Vamos, que muchas de las figuras, incluido El Juli, despachan habitualmente toros de trapío similar al de esta novillada. Además, la casta fue el denominador común. Con estos mimbres, la cosa podría haber resultado excelente, pero la terna -Andy Younes, Alfonso Cadaval y Carlos Ochoa- no dio con las teclas de sus oponentes o bien, como les sucedió a Younes y Ochoa, la suerte suprema les pudo restar algún premio.

Younes, que debutaba en esta plaza, se las vio en primer lugar con el ejemplar más noble del encierro. Un animal bravo, con recorrido, repetidor. El francés, variado en el capote, realizó una faena bien estructurada, aunque faltó reposo. Ya cuando iba a brindar, el novillo se arrancó con muchos pies y el torero resolvió con estatuarios y buenos remates. En los medios, de largo, alternó con la diestra pases por la espalda. Los muletazos resultaron algo rápidos. Cerró con manoletinas. Y no estuvo acertado con los aceros. El público le tributó una ovación, tras aplaudir al toro.

Con el castaño cuarto, en los medios, Younes alternó muletazos por la espalda con derechazos. En las afueras hubo ligazón en una tanda diestra. Con la izquierda no hubo acople. El trasteo acabó en un arrimón, con circulares. Erró nuevamente en la suerte suprema. Fue silenciado y el novillo ovacionado.

Alfonso Cadaval, único novillero que en la temporada 2017 hará doblete en Sevilla, recibió al segundo astado con una larga de rodillas frente a toriles. La faena, ante un novillo serio en trapío y comportamiento, con dificultades para limar, careció de brillo y fue silenciada.

Con el manejable quinto, Cadaval, tras una tanda con la izquierda, sufrió un desarme. Logró una tanda con ligazón con la diestra, que supuso lo mejor de su esforzada labor. Tras una estocada saludó tras una ovación.

Carlos Ochoa brilló especialmente al natural ante el buen tercero, al que recibió con un farol de rodillas junto a tablas. Con la izquierda logró algunos naturales largos y mandones. Fue cogido, sin consecuencias, en uno de los cites por ese pitón. Toreando con la diestra lo más lucido llegó en una tanda en el epílogo de la faena, que aderezó con una arrucina. Se intuía premio. Pero tras una estocada casi entera delantera, el encastado astado se resistió a morir. El torero no quiso descabellar y la escena del desenlace final se hizo eterna, lo que enfrió al público. Dio una vuelta al ruedo.

El garbanzo negro del encierro fue el sexto, un novillo alto, enmorrillado, que resultó manso, corretón y huidizo. Ochoa, el menos placeado de la terna, consiguió recogerlo en una tanda diestra con ligazón, muy ovacionada. El torero intentó el lucimiento con un animal que acabó en tablas y ante el que se mostró desacertado con los aceros.

La novillada con el hierro de El Freixo, propiedad de El Juli fue un plato fuerte, en todos los aspectos, para una terna que todavía tiene mucho por mejorar.

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