biografía

Escritor, actor e inventor, entre otras facetas

  • Autor de libros y letrista de sevillanas conocidas mundialmente

  • Protagonizó películas con Juanita Reina y Marisol

Ángel Peralta con Ava Gardner.

Ángel Peralta con Ava Gardner. / Arjona (de su libro 'Desde mi caballo'

Ángel Peralta, además de su grandeza como rejoneador y de su labor como ganadero de bravo, ha destacado por su interés por todo cuanto le rodeaba. Ha sido un humanista que ha destacado en varias artes como en la literatura o el cine. Y en ese afán de conocimiento ha trabajado muy duro para lograr inventos que se han aplicado en el mundo de la tauromaquia.

Unió a sus poderosas riendas una pluma templada y sabia, con la que firmó varios libros como su deliciosa obra Caballo torero, con aguatintas de Capuletti; Cabriolas, Cucharero, Mi sueño con el pájaro y el toro, El Centauro de las Marismas, como también se le denomina al autor, El hombre, el caballo y el toro y Desde mi caballo, que recoge gran parte de su obra poética o La sabiduría de un jinete.

Ángel Peralta reflejó con su prosa en casi una decena de libros su existencia vitalista, su casta y un tiempo en el que el hombre estaba fundido con la naturaleza. Con su poesía, sus aforismos y sus letras de rocieras, sevillanas -conocida mundialmente "Y se amaron dos caballos..."- y fandangos describió una vida rica, de un pura sangre que se apasionó por todo.

Entre sus premios recibió en 2013 la Medalla de Oro en las Bellas Artes

Como actor de cine protagonizó documentales y películas, como La novia de Juan Lucero, junto a Juanita Reina, y Cabriola, con Marisol. Con Ava Gardner, quien vivió varios días en Las Marismas sevillanas, mantuvo la idea para que protagonizara una película que al final no se rodó por la caída desde un caballo de la diva, quien abandonó el proyecto. También brilló en su faceta como conferenciante y pregonero -pronunció el Pregón Taurino de la Real Maestranza en el teatro Lope de Vega en 1994-. Mejoró la vida de sus caballos con invenciones y ejerció como veterinario para curarlos, incluso en las plazas de toros.

Durante décadas toreó gratuitamente en festejos benéficos. Por ello, el 5 de enero de 1979 recibió la Cruz Primera de la Orden de Beneficencia y en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, en gratitud a esa entrega desinteresada, erigieron en su honor un monumento y le nombraron Hijo Adoptivo y Predilecto. En 1992 se le entregó la Cruz al Mérito Civil. En 1993, la Real Maestranza sevillana le dedicó un homenaje con motivo de su presencia durante cincuenta años ininterrumpidos en los ruedos y se descubre un busto de bronce del rejoneador, obra del escultor Luis Sanguino, ya eternizado en el Museo Taurino. Por todo ello y entre sus numerosos premios, recibió con todo merecimiento en 2013 el más significativo: la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios