Toros

Fandiño, que corta dos orejas, y la ganadería de Pedraza de Yeltes destacan en Arles

  • Morenito de Aranda consigue un trofeo y el valenciano Román se marcha de vacío

Iván Fandiño, en un muletazo por la espalda.

Iván Fandiño, en un muletazo por la espalda. / efe

En la última de la Feria de Pascua de Arles triunfaron Iván Fandiño y la ganadería de Pedraza de Yeltes. Se lidiaron toros de Pedraza de Yeltes, bien presentados y de muy buen juego en líneas generales. Morenito de Aranda, vuelta al ruedo tras petición minoritaria y oreja; Iván Fandiño, oreja tras aviso y oreja; y Román, ovación con saludos y silencio. Al término del festejo, el público obligó a saludar al mayoral de la ganadería.

Morenito de Aranda toreó bien al buen astado que abrió plaza. Con la muleta logró varias tandas notables. La estocada cayó baja y el balance quedó en una vuelta al ruedo. Morenito paseó un trofeo del cuarto, que recibió tres grandes puyazos de José Quinta, ovacionado. El diestro consiguió buenas series con la diestra y brilló al natural. Hubo dos o tres series por ese lado muy toreras.

Iván Fandiño paseó un trofeo del buen segundo, fuertemente ovacionado en el arrastre y para el que, incluso, llegó a pedirse la vuelta al ruedo. El astado, suelto de salida, fue saludado con cinco verónicas y media. Fandiño brilló en una faena muy intensa, con muletazos largos y templados. Remató con manoletinas, matando de estocada entera caidita y un golpe de descabello.

Fandiño consiguió otro trofeo del quinto, logrando el pasaporte para la puerta grande. El toro se empleó en el caballo. Fandiño, centrado, con claridad de ideas, fue realizando una faena en la que la mejore virtud fueron el temple. En esta ocasión cerró con unas bernadinas marcas de la casa y mató de estocada entera.

Román, ante su primer oponente, noble, pero muy flojo, comenzó su faena de rodillas. El valenciano quiso hacer siempre las cosas bien sobre los dos pitones, pero le faltó enemigo. Ante el sexto se lució a la verónica y realizó una labor extensa de escaso calado.

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