GANADERÍA: Seis erales de la ganadería del Conde de La Maza, de aceptable presencia y buen juego en líneas generales. Por encima del juego de sus hermanos destacaron los lidiados en tercer y cuarto lugar. El más deslucido fue el que abrió plaza. Aunque adolecieron algunos de falta de fuerzas, como el tercero, se movieron con nobleza después en la muleta TOREROS: Elio Martín, Saludos desde el centro del ruedo. Daniel Muñoz, dos orejas. Miguel Ángel León, silencio. Alejandro Pavón, oreja. Juan Ramón Jiménez, oreja. Víctor Rodríguez, dos orejas y rabo. Incidencias: Plaza de toros de Jabugo. Media entrada en tarde de calor.

A las doce del día la decisión estaba tomada. La comodidad del sillón con el espectáculo de Pamplona frente a un buen hatillo de kilómetros para ver en Jabugo una novillada con dos noveles onubenses y un debutante del pueblo junto a otros tres chavales de tierras sevillanas me hicieron decidirme por lo fácil y me fui para Jabugo a sentarme en el tendido de una plaza donde se volvía a anunciar un cartel de toreros.

Tarde agradable. Muy bonita por lo que de sombra le ofrece la frondosa arboleda al tendido.

Tarde con sabor de un ruedo sin albero dorado, con la dureza y la sinceridad de un piso donde se debían volver a sentir galope de toros y sensaciones toreras.

Ambiente de lujo y de torería. Pedro Mariscal, los maestros Tomás Campuzano y José Luis Parada, el picador Rafael Carbonel, todos en el tendido de la plaza serrana dispuestos a presenciar una novillada que los carteles anunciaban con ganado del Conde de La Maza y uno de Toros de La Plata, pero que al final resultaron ser todos de la divisa condesa.

No fueron ni gatos ni leones. Una novillada en forma y presencia de erales que en general dio muy buen juego.

Me gustaron dos buenas faenas puestas a disposición de la tarde por Pavón y Juan Ramón.

La del de Zufre, porque estuvo impregnada de mucha torería, de ese saber andar y moverse por el ruedo con el que lo hace el torero serrano. Con ese pellizco necesario para dejar claro que no va uno de matarife sino de torero, y en eso Pavón gana muchos enteros frente a sus compañeros de cartel. Pero tampoco fue solo pinturería y ponerse, sino ligar y llevar toreado a un novillo al que había que llevarle y sacarle lo bueno que tenia. Pavón manejó los engaños con buen compás y al margen de la estética o no, lo mejor de su toreo es que llevó largo el trapo hasta el final del muletazo.

Con la espada, estuvo para pegarle un cogotazo, pero sin duda queda un sabor agradable de la torería que gastó.

La otra faena de la tarde la firmó el novillero de la capital. Juan Ramón Jiménez impuso un excelente ritmo a una labor que fue de menos a más, afianzándose en un toreo mucho mas comprometido que otras tardes. Toreo bueno y con fondo, toreo con templanza y de muy buen corte el que alcanzó el novillero por ambos pitones para aprovechar en una faena muy intensa la noble condición de su novillo. Buenas sensaciones nos deja Juan Ramón, quien al igual que Pavón, tiene compromisos cercanos en plazas provinciales para julio y agosto.

Por otro lado, Elio Martín, tuvo que pechar con la bruta condición del que abrió plaza. Lo puso todo el torero, apuntó buenas cosas, pero tuvo oca opción.

Daniel Muñoz , si gozó de un excelente novillo. UNo de los mas completos de la tarde y con el que el de Gines anduvo enterado de oficio haciendo aflorar la buena condición del animal al que después le propinó un autentico estoconazo.

Miguel Ángel León no tuvo mucha suerte con el tercero de la tarde, falto de fuerzas y soso de embestida al que mató mal.

Por su parte el debutante local , Víctor Rodríguez, bastante hizo con soportar el peso de la púrpura de un debut donde mermó lo artístico, aunque no la valentía, y junto a ella, la eficaz estocada le definieron en triunfador de la tarde.