Decimosexta del abono de la maestranza

Rafaelillo, último trofeo de la feria en una floja 'miurada'

  • El murciano corta una oreja al cuarto, al que mata de certera estocada. Castaño, que retornaba tras un cáncer, y Escribano, de vacío.

La Feria de Abril 2016, en la que la Maestranza ha descendido un nuevo peldaño en exigencia, se cerró con una corrida no beligerante de Miura, con el triunfo de Rafaelillo, que consiguió un trofeo. Con casi lleno se lidió un encierro en el tipo miureño -con caja y agalgado- con dos cinqueños -tercero y quinto- y con un sexto que alcanzó los 639 kilos. Los toros, todos cárdenos, salvo el que abrió plaza, un negro mulato, flojearon y resultaron manejables en su conjunto.

El público tributó una gran ovación a Javier Castaño tras deshacerse el paseíllo por su retorno a la Maestranza, primera plaza que pisa tras superar un cáncer testicular. Momento muy emotivo, con el saludo del torero, descubierto, con la cabeza rapada por los efectos de la quimioterapia.

Rafaelillo, en las afueras, realizó una obra meritoria al que abrió plaza, que embistió con nobleza. Logró derechazos de buen trazo, con un cambio de mano y trincherilla sensacionales. El trasteo fue perdiendo intensidad a medida que el toro se quedaba corto por ese pitón. Por la izquierda, el astado cabeceaba. El público estaba entregado, pero el diestro no acertó al primer envite -pinchazo en todo lo alto- y tras otro pinchazo y tres descabellos todo quedó en una fuerte ovación.

Rafaelillo, con arrojo, recibió al cuarto -pitón izquierdo escobillado- con una larga cambiada de rodillas y verónicas vibrantes. Brindó su faena a Castaño. Después de una serie diestra bien compuesta se arrancó la Banda de Tejera. Pero sucedió algo parecido al primer acto. La música atacaba y el toro se venía a menos, obligando al torero a tandas más cortas y menos intensas. Con la izquierda brilló en algún natural y sufrió un desarme como cierre de una faena en la que la rúbrica fue contundente: un espadazo brutal para cobrar una oreja.

Javier Castaño, muy alentado por el público, salvó su difícil papeleta ante su lote. El segundo sólo embestía por el pitón izquierdo y el leonés-salmantino consiguió, en las afueras, algunos muletazos estimables, con gritos de "¡qué grande eres!" y "¡eres un ejemplo!". Por el pitón derecho no tuvo opción al lucimiento. Saludaron sus banderilleros Fernando Sánchez -que ha completado una gran feria a las órdenes de varios diestros- y Lipi.

Castaño se las vio con un quinto que fue el menos manejable del encierro. Tardó tiempo en darle sitio al astado y superó la prueba con una labor esforzada. Jaime Padilla estuvo soberbio en dos quites salvadores a Marco Galán.

Manuel Escribano, al que la plaza debía también haberle sacado a saludar por su generosidad y gran toreo ante el indultado Corrediezmos, se la jugó ante el tercer miura en una larga cambiada de rodillas frente a toriles, saliendo el toro andando y distraído. Lanceó muy bien a la verónica y remató con una gran media para una ovación rotunda y sones de pasodoble en su honor. Artísticamente, fue lo mejor del festejo. Escribano cumplió en banderillas y le ovacionaron especialmente en el tercer par, al quiebro y al violín. Luego, saltó un espontáneo al que el toro, sin poder, le perdonó la vida. Y ya con la muleta, en los medios, el gerenense logró buenos muletazos ante un astado escobillado que perdía cada dos por tres las manos por lo que la faena no levantó vuelo. Lo que alcanzó gran altura fue estocada, a punto de costarle una cornada.

Con el sexto, un tranvía de 639 kilos, Escribano se esforzó de nuevo en vano.  Larga cambiada, verónicas, fácil en banderillas y algún muletazo bueno al natural. Con la diestra, el toro perdió las manos...

Todo ello en una floja y manejable miurada, en la que Rafaelillo ganó el último trofeo de la Feria de Abril 2016.   

Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Ganadería: Corrida de Miura, en conjunto de escasa casta, manejable y floja. Toreros: Rafaelillo, de nazareno y oro. Pinchazo arriba, pinchazo hondo y tres descabellos (saludos tras ovación con aviso). Estocada (oreja). Javier Castaño, de blanco y oro. Pinchazo y estocada (saludos tras ovación). Casi entera (saludos tras ovación con aviso). Manuel Escribano, de rosa y oro. Estocada (saludos tras ovación). Dos pinchazos y estocada (silencio). Incidencias: Plaza de la Maestranza. Domingo 17 de abril de 2016. Última de la Feria de Abril. Casi lleno. Castaño fue recibido con una gran ovación en su retorno a la Maestranza tras superar un cáncer testicular. En el tercero saltó un espontáneo. Fernando Sánchez y Lipi saludaron en el segundo; y Jaime Padilla, soberbio en dos quites salvadores en el quinto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios