Balance 2011 (II)-novilleros Menos festejos -370 novilladas-, pero con una camada interesante

Una buena añada de promesas

La crisis ha sido decisiva en el descenso de las novilladas con picadores. En total se celebraron 370. Se han organizado 64 festejos menos que en 2010. Pese a ello y a un nutrido escalafón, se puede aseverar que la presente temporada se salda con un puñado de buenos toreros. Además, se da la circunstancia que los novilleros que han ocupado los primeros puestos son realmente quienes han destacado en los ruedos; algo que no siempre sucede.

Por ello y debido a que es imposible el análisis de todos los diestros del escalafón 2011, vamos a desgranar lo que realizaron los diez primeros. Como líder del escalafón ha quedado el segoviano Víctor Barrio, torero con valor y ambición, que llegó a pisar hasta en cuatro ocasiones Las Ventas, consiguiendo un trofeo en la Feria de Otoño. En Sevilla, se justificó con garra y variedad ante un lote manso y en la otra actuación también cumplió con decisión.

El sevillano Javier Jiménez, diestro también de raza y personalidad, ha mantenido una importante regularidad, alzándose triunfador en varios certámenes, como en Calasparra -con La espiga de Oro-, Algemesí, Laguna de Duero y Lodosa, hasta terminar dejando su huella y su sangre en la plaza de Zaragoza.

El madrileño Alberto López Simón, torero expresivo y con gusto, apoderado por Pepe Luis Segura, dio toques de atención en Valencia y Castellón. En Las Ventas perdió la Puerta Grande por la espada y triunfó en Barcelona. En Sevilla no estuvo al mismo nivel. Logró triunfos llamativos en Zaragoza, Alicante, Pamplona, Gijón y Alicante. En Arganda del Rey arrasó y dejó su impronta en Arnedo.

El mexicano Sergio Flores ha supuesto una bocanada de aire fresco en el panorama novilleril. Salió siempre a jugársela a tumba abierta. En Madrid, donde impactó con un valor a prueba de bombas, dio una vuelta al ruedo. En Sevilla dio un recital de entrega en una novillada de Guardiola y perdió la Puerta del Príncipe por el mal uso de la espada. Y en otras plazas de menos categoría también cosechó trofeos; consiguiendo, por ejemplo, el trofeo La Muralla, de Ávila. En julio sufrió una cornada terrible en el cuello, cuando toreaba en Las Ventas.

El gaditano David Galván es un torero que ha sorprendido a los aficionados por sus dotes y una gran personalidad y al que han perseguido este año los percances, que le han frenado. Así, entre otros, cayó herido en Arnedo. En cuanto a sus actuaciones, en la Maestranza sevillana, sin conseguir trofeos en mayo, dejó constancia de una gran calidad. Consiguió recuperarse de varias lesiones y acabar en Jaén saliendo a hombros.

El murciano Francisco Montiel, sin fortuna en su presentación en Madrid, es el torero con menos recorrido en plazas de primer orden. Sus triunfos se circunscriben principalmente a cosos de su tierra. El leonés-salmantino Damián Castaño, torero de casta, se entregó sin reservas en las dos tardes en las que toreó en Las Ventas; si bien no consiguió premio. En Sevilla se presentó en septiembre y volvió a dejar constancia de su amor propio, aunque tampoco logró trofeo. Fuera de las plazas de máxima categoría, sus triunfos más destacados tuvieron lugar en Calasparra y Algemesí.

El manchego Emilio Huertas, que ha ganado mucho técnicamente de la mano de Tomás Campuzano, ha pisado este año las grandes plazas -en Madrid hizo doblete, dando sendas vueltas al ruedo- y cortó una oreja gracias a su disposición y acierto con la espada en Sevilla, en el mes de septiembre. Entre sus triunfos en otros cosos destaca el conseguido por partida doble en Algemesí.

El madrileño Fernando Adrián, que conjuga valor y temple, es uno de los toreros más interesantes del escalafón. En su primera temporada con picadores llamó la atención positivamente en Olivenza, Barcelona, Sevilla -cortó una oreja en junio y pudieron ser más si acierta en la suerte suprema-, Arnedo, donde consiguió el prestigioso Zapato de Oro e indultó a Santanero, de Ibán, Algemesí, donde consiguió los máximos trofeos, y Guadarrama.

Rafael Cerro, apoderado por Ortega Cano, es la promesa que cierra este puñado de los diez primeros puestos, selló una faena con mucho gusto en La Maestranza, donde cortó una oreja a un toros de Espartaco en un festejo de mayo, rememorando artísticamente a su maestro.

Tras este recorrido, cabe destacar a dos novilleras: Conchi Ríos y Milagros del Perú. Y no por ser mujeres, sino porque fueron noticia de primer orden. La murciana hizo historia en Las Ventas en su presentación, saliendo en hombros en julio. Por su parte, la peruana sufrió una gravísima cornada, con perforación del recto, también en su debut en la plaza de Madrid.

En este breve balance, por encima de la cara y la cruz, lo más significativo es que 2011 ha supuesto una buena añada de promesas.

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