Toros

Un nuevo valor sale de la cantera taurina portuense: Daniel Crespo

  • Alumno de la Escuela de Tauromaquia de Jerez, quedó en segundo lugar en el Certamen 'El Puerto busca un torero', en una de las ediciones más reñidas

Por solo cuatro puntos -101 frente a 105- no se alzó con el primer premio del certamen "El Puerto busca un torero", celebrado este verano en la Plaza Real, pero su actuación en la noche del 22 de julio no cayó en saco roto.

Tres orejas le cortó aquella noche a los erales de Martelilla Daniel Crespo, un portuense a quien desde entonces hay buenos aficionados que no lo pierden de vista. No hay para el trofeos y placas pero nos llega el insistente runrun, el comentario del profesional y las preguntas de quienes no lo vieron.

Daniel Crespo Murillo tiene la ilusión de llevar esa pesada y difícil carga de ser torero de El Puerto, lo del certamen ha sido un primer paso y esperemos que lo consiga porque El Puerto es muy tacaño para dar abrigo y hoy sus toreros tiene que buscar calor en América o el norte. Ahí están los ejemplos de Víctor Manuel en Yucatán, Morilla toreando por Perú o Hermosilla en Navarra.

Nuestro nuevo y prometedor torero tiene 17 años, portuense de la barriada de La Palma y estudiante de instituto, disciplinado estudiante. ¿Por qué quiere un joven como él ser torero, una de las profesiones más difíciles y duras del mundo?.

No tiene antecedentes taurinos en una familia en la que, eso sí, siempre han sido aficionados: "mi padre ha trabajado en la taquilla de la plaza de toros, en casa se ven las corridas de toros y el toreo era algo natural".

Daniel cambió el fútbol por los toros: "dejé el deporte y me metí a ver a El Juli, que es un torero al que siempre iba a ver en El Puerto cuando venía, pero de ver toros en televisión me fue gustando y pedí que me sacaran el abono en el verano del 2006".

Aquel verano, como en todos, ocurrió algo trascendente en la Plaza Real: "vi una faena de Morante de la Puebla que me llegó mucho, me impactó cómo reaccionaba la gente y salí con ganas de hacer lo que hizo".

Daniel se apuntó a la Escuela Municipal de Tauromaquia de Jerez, "entonces todavía no estaba la de El Puerto" y comenzó a recibir clases. De nuevo otra conmoción al ponerse delante de su primera becerra y una fecha indeleble, la del 17 de noviembre de 2007 que fue cuando actuó por vez primera en público, como segunda espada en la función de fin de curso de la escuela.

Y ahí comenzó su bagaje: veintinueve festejos, treinta y un novillos: tardes como la de El Puerto en Granada, Pegalajar, Bélmez, Villaluenga, Montoro ... Se está forjando un torero "serio, ortodoxo, clásico, que me gusta torear despacio, sentir el toreo, no acelerarme..." para ese corte cuida y trabaja el temple que es el arma que le aprecian los profesionales que le conocen y los seguidores que van asomando.

Nos lo corrobora el banderillero portuense Javier González, que apuesta por él. Sigue Daniel: "me encuentro muy cómodo con el capote y lo he trabajado mucho. Es muy difícil torear bien de capote y cuando te salen las cosas es muy bonito".

El Juli sigue siendo un modelo: "ha hecho una temporada extraordinaria y se demuestra que es una figura y cómo le puede a los toros, cómo baja la mano y cómo los lleva hasta el final".

Hasta hoy lo más bonito que ha vivido ha sido su triunfo en El Puerto: "me sentí muy arropado desde el paseíllo. Las dos orejas, el abrazo del alguacilillo y salir por la puerta grande que uno soñó siempre... Fue increíble. Allí aprendía torear con Javier González, entrenando en mi primer año de escuela y soñando, y verse uno de luces y a hombros... noto desde entonces que le llegué a la gente, que les gustó". Suerte, y que El Puerto le encuentre.

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