Huelva

El ingenioso hidalgo Don Ventura

  • Después de mucho tiempo sin concederse los máximos trofeos en La Merced, el rejoneador le cortó el rabo al sexto toro en la tercera de la feria.

Ganadería: Corrida de rejones con seis toros de la ganadería de Luis Terrón de aceptable presentación y juego deslucido del que se salvan los corridos en segundo, quinto y sexto lugar, siendo éste el más destacado. El resto fueron pitados en el arrastre por su mansedumbre y falta de fijeza en la lidia.. TOREROS: Joao Moura, Saludos desde el tercio en el que abrió plaza. En el cuarto, oreja; Pablo Hermoso de Mendoza, Saludos desde el tercio al acabar la lidia del segundo de la tarde. En el quinto, dos orejas; Diego Ventura, Oreja. En el sexto, rejón muy efectivo que le proporcionó las dos orejas y el rabo. Incidencias. Plaza de la Merced. Festejo con dos horas de duración en tarde de calor. Al finalizar el mismo salieron a hombros por la Puerta Grande los rejoneadores Pablo hermoso de Mendoza y Diego Ventura.

Siempre me he preguntado cómo siente un caballo torero lo que su dueño sueña a caballo. ¿Dónde está el cable de esa íntima conexión que hace templar a un animal el galope mientras le mira a los ojos a un toro?. ¿Qué se dicen un toro y un caballo sintiendo la brisa de su respiración?.

Ese misterio que muchos justifican en una rienda bien manejada debe ser una verdad a medias, pero aún así, debe tener su razón.

Arrancarle dos orejas a un bravo es mucho mas fácil que cortarle una a un buey de carreta. Ventura es el ingenioso hidalgo de la Puebla. Ingenioso, porque ingenio hay que echarle para arrancar tan a ley una oreja como la que le cortó al tercero de la tarde.

Es la de Ventura, una de esas tardes en las que se está o no se está. Ventura estuvo tan total que el premio más justo que ayer se logró en la plaza se me antoja que fue esa oreja con la que el de La Puebla del Río paseó el primer trofeo de la tarde.

Nadie apostaba por que pasara algo en ese toro, pero el ingenio con el que dejó Ventura llegar los caballos hasta el terreno total donde la lidia se hace trascendente y arriesgada, merecía un premio. Las lanzas del tendido por ese toro alcanzaron notables niveles auditivos. Segundos después, las palmas dejaban intuir que el torero se había hecho dueño del cotarro. Es una oreja, esa que llegó tras el rejón de muerte , que marca diferencias en una tarde. Esa línea que atraviesa la sutil frontera de la ambición o el conformismo la cruzó con creces Ventura en ese toro. La cruzó ademas con la hidalguía que da el compromiso hacia el aficionado y la disposición de quien quiere tener en su manos el cetro del toreo y así se mostró a lomos de 'Ginés'.

El sexto fue una tremenda lección de torería y pundonor. Galopa y corta el viento Ventura cuando remata la suerte. Volaron sus caballos toreros buscando escapar del torillo fiero que hizo sexto. Es la liberación del pensamiento que dice que todo estuvo bien. La alegría exultante de quien agarra uno de los toros potables del irregular encierro de Terrón y se sube a lomos del viento para cuajarlo por entero.

Caballero poderoso a lomos de Distinto para dejar grabados en la arena de esta plaza dos quiebros inquebrantables. Dos poderosos monumentos al toreo a caballo que antes había apostillado a lomos de 'Manzanares' con tres piruetas de tragedia sin sangre. Sin aire apenas entre caballo y toro, Ventura se había adueñado de la tarde clavando el clamor en el tendido. El ingenioso hidalgo de la Puebla había escrito una bella página sobre el rejoneo.

La rotundidad del rejón dejó abierta la puerta a la especulación sobre los trofeos. Sobra el rabo para que nadie discuta. Sobra el rabo, no por capricho de quien escribe, sino para que siga existiendo esa línea entre el estímulo de quererlo y la extrema dificultad de conseguirlo.

Aun así, señor Ventura, lo suyo, para quitarse el sombrero.

'Chenel' y Pablo habían formado un importante alboroto cuando el navarro dejó irse a dos pistas a uno de los veteranos de su cuadra. Sintonía perfecta para emocionar sin cláusulas al tendido. Belleza en su más pura acepción la que creaban jinete y caballo hasta que un resbalón inoportuno quebró la alegría por preocupación.

La continuidad quiso ponerla con 'Ícaro' pero algo se había desinflado en el escenario de la tarde y no funcionó igual el ánimo del tendido.

El genio del navarro volvió a galopar de nuevo el quinto. El Pablo increíble. El de los terrenos en corto, el de la distancia sin distancia, ese Pablo total y torero que se dejó ver entre la belleza y el riesgo que asume la suerte cuando un caballo y un toro se encuentran tanto y tan bien en una plaza.

Tuvo afán y notable toreo el navarrico, azuzado por la falta de trofeos en su primero. Y a fe que estuvo bien. No tan redondo y ambicioso como otras tardes en éste ruedo, donde se notó quien es el verdadero gallo de este corral del rejoneo. Posiblemente hasta él mismo se haya sorprendido de tener en se mano las dos orejas del quinto de la tarde. Sobró una. Sinceramente creo que sobró una para que esta crónica no le discutiera nada a la tarde de Hermoso. Hay Puertas Grandes a las que íntimamente un torero no le da valor. La de ayer puede ser una de ellas.

Siempre se dijo en referencia a un jinete torero, aquello de caballero en plaza. Moura estuvo ayer en caballero del rejoneo. En perfecto señor de un arte y un nombre que anda aun por ahí enseñoreando carteles y plazas.

Cabaleiro en plaza, anduvo este hombre sabio que un día fue niño listo. Señor y rejoneador en la más pura esencia de un arte que Moura enseñó ayer casi en lección magistral de como se torea un toro a caballo. Temple perfecto de la madurez para dejarse llegar el toro al estribo y vaciar el terreno para que el aire de un pitón buscando presa quede desairado mirando solamente al cielo.

Bella escuela la de Moura, ayer en Huelva. Labor torera, sin tiempo ni prisas, donde el burel pareció abrumado de tanto poder y se rajó.

El portugués anda fuera de estadísticas y orejas. Cortó una más en su carrera al que hizo cuarto en el encierro de Terrón.

Moura no corta el viento cuando galopa pero algo dice de verdad en esta Fiesta cuando se le ve tan torero y tan veterano en la plaza ante el toro.

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