Alfonso Oliva Soto (Camas, Sevilla, 1987), torero con sello propio y fiel desde sus comienzos a su tauromaquia, iniciará su temporada en Perú, donde ha triunfado en varias ferias en las dos temporadas anteriores, toreando dos corridas a comienzos de febrero y aspira a volver a vestirse de luces en La Maestranza en 2018, donde no actúa desde 2015. El pasado septiembre consiguió un éxito importante a las puertas de Sevilla, en su localidad natal, enfrentándose a cuatro toros, cortando cuatro orejas y un rabo y los máximos trofeos simbólicos en la faena a un toro de Bohórquez, que fue indultado.

-Alfonso, comienza temprano en Perú...

-Toreo dos corridas en Caraveli, los días 4 y 5 de febrero. Para mí es muy importante. En Perú se están llenando las plazas. En los dos últimos años he toreado en Cutervo, Chota, Bambamarca y Huamachuco, saliendo a hombros en todas estas plazas. En Huamachuco indulté un toro. En Caraveli debuto este año.

"A los Reyes Magos les he pedido una Puerta del Príncipe, no sólo por más contratos, sino por sentirlo de por vida"

-¿Tiene previsto más compromisos?

-No. Estaré un tiempo por allí. Torearé de ochenta a cien vacas en tentaderos y dos toros.

-¿Se ha gestionado esta contratación o ya tiene apoderado?

-Mis contrataciones en Perú me las ha hecho César Soto. No tengo apoderado. Sigo con la gente que me ayuda, como César o como mi amigo Luis Vilches, que me ayuda en el campo.

-¿Cuántos festejos sumó en 2017?

-Seis. En Perú, cinco corridas de toros y en España una, la encerrona de Camas con cuatro toros; más un festival en El Castillo de las Guardas.

-El balance.

-Corté trece orejas y tres rabos, con dos toros indultados, uno en Huamachuco y otro en Camas.

-¿Cómo fue la faena y el toro de Bohórquez, indultado en Camas?

-Fue una gran faena y un toro muy noble. Comencé muleteando sentado en una silla. Estuve a gusto de principio a fin. Toreé casi de salón, pero lo importante fue el conjunto de la tarde porque también toreé muy bien al toro de Lagunajanda. Cada vez que lo recuerdo... No esperaba un triunfo tan redondo. Y además haber matado bien.

-¿Qué le supuso moralmente?

-Cuando llevas sin torear seis o siete meses y das una buena medida y una buena imagen de torero hecho eso te refuerza la moral.

"Yo creo que el triunfo de Camas servirá para que vuelva este año a Sevilla porque di la talla"

-Con sus cualidades, ¿por qué no está en el circuito?

-Se debe a mí. Por la espada perdí dos o tres Puertas del Príncipe de novillero. Y como matador, en una corrida de Conde de la Maza, si meto la espada... lo tenía claro. Es un cúmulo de circunstancias basado en la espada y el toro duro. No culpo a nadie. Ahora he mejorado con la espada y toreo más despacio.

-¿Siempre apostó por un toro específico?

-Hombre, que tenga temple. A mí me motiva más ralentizar un toro que las faenas de casta.

-Decía Antoñete que el banquillo -no torear- curte...

-Lo que curte es el tiempo y la afición. Por ejemplo, el maestro Ponce y otros más torean cada vez mejor.

-¿Qué ha pedido a los Reyes Magos en lo taurino?

-Una Puerta del Príncipe. No sólo porque salgan más contratos, sino por sentirlo de por vida.

-Entonces, estará deseando volver a torear en Sevilla.

-Sí. Yo creo que el triunfo de Camas servirá para que vuelva este año a Sevilla porque di la talla de un torero más completo, dando una imagen más compacta.

"De mi situación no culpo a nadie. Ahora he mejorado con la espada y toreo más despacio"

-¿Cuándo toreó por última vez en la Maestranza?

-En 2015 en un día en el que tuve que enterrar a mi abuelo, que era como mi padre y que siempre me había dado consejos taurinos. A pesar de ello y de que no había toreado desde 2012, salí muy motivado y quise brindarle ese triunfo. Ninguno de los dos toros fue acorde para una buena faena. El segundo me cogió dos veces y me llevé una cornada interna en el muslo izquierdo.

-¿Qué puede ofrecer este nuevo Oliva Soto al aficionado?

-Que tengo más oficio y toreo más natural. Busco lo clásico, que siempre ha sido lo más difícil y me gusta someter al toro con el temple.