Toros

El tacto en la tauromaquia

  • 'Se ruega tocar' es una propuesta en la que el visitante se puede y debe dar un arrimón ante la obra del artista francés Loren

Hubo una tarde en la que un espectador gritaba a Belmonte, "¡Más cerca, más cerca!". El torero se arrimó como nunca. Pero el espectador continuó gritando: "¡Más cerca, más cerca!". Cuando terminó la corrida vio al espectador, al que paró la cuadrilla. El trianero, indignado, le inquirió: "¡¿Cuándo has visto tú a un torero más cerca del toro?! ¡Di, cuándo...! A lo que el espectador, asustado, respondió: "No, si yo lo que le gritaba es que hiciera la faena más cerca..., más cerca de mi tendido".

En estos días y hasta el 31 de agosto se puede visitar una exposición del artista francés Laurent Pallatier Loren, quien aproxima la tauromaquia al visitante en lo que supone un auténtico arrimón para el visitante ante una obra singular. En el Centro Cultural María Victoria Atencia, de Málaga (C/Ollerías, 34) y hasta el 31 de agosto la muestra Se ruega tocar. Minotauro Ciego, con la colaboración de la ONCE, invita a conocer a través de los sentidos, y fundamentalmente del tacto, diversos aspectos de la tauromaquia en una propuesta conceptual con reminiscencias de la exposición Le Surréalisme (París, 1947). La idea parte del Minotauro Ciego de Picasso y tiene un calado especial sentimental para Loren, ya que su padre era invidente.

El visitante puede acercarse y fundirse con una docena de piezas, con vestidos de torear que, a modo de collage, conforman burladeros y tablas del ruedo, abriendo nuevos caminos de expresión artística. Lo que antes se presentaba alejado e inaccesible, ahora se antoja próximo, especialmente para aquellos que por motivos de deficiencias visuales no pueden en ocasiones disfrutar de las creaciones artísticas.

La exposición, hasta el 31 de julio, será desmontada y preparada para ser colocada en La Malagueta en la Corrida Picassiana que se celebrará el 17 de agosto, en las puertas dobles del coso (patio de cuadrillas, enfermería, entre los tendidos 2 y 3, desolladero y puerta grande), en los burladeros y en la puerta de toriles. Posteriormente volverá a ser expuesta con las marcas que dejen los toros en las tablas.

El artista ha utilizado materiales como madera, trajes de luces de segunda mano, encajes, pequeñas piedras, hojas de palmera... y aparecen elementos simbólicos como los dados -el torero se juega la vida- o un rosario -representa la fe-. El pintor ya se encargó de la escenografía de la Picassiana en años anteriores inspirándose en las etapas rosa y azul o la relación con las mujeres de Picasso.

Loren, quien llegó desde Francia a la Escuela Taurina de Madrid en la década de los 80 buscando la gloria en el toreo, reinterpreta nuevamente la tauromaquia con su arte en una exposición en la que el aficionado siente la necesidad de tirarse al ruedo, como un espontáneo, para sentir una obra insólita a través de los sentidos y, especialmente, del tacto.

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