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Dar las gracias en el trabajo ahora tiene premio

  • Un empresario sevillano ha desarrollado Paconica, una iniciativa que permite a los empleados galardonarse entre ellos

"¿Cuándo fue la última vez que alguien dio las gracias en el trabajo?", es la pregunta que el empresario y emprendedor sevillano Alejandro Costa se hizo hace tres años y con la que decidió implantar un sistema de reconocimiento rompedor en su propia compañía tecnológica (Emprépolis). A su iniciativa la llamó Paconica y su uso es de lo más sencillo. Se trata de una plataforma que permite que los empleados se reconozcan acciones positivas entre sí dándose medallas virtuales. De esta forma se premian determinadas actitudes buscando la motivación de unos empleados cada vez más hastiados de trabajar en un entorno que a veces se antoja hostil.

Lo que empezó siendo una solución casera, una práctica con la que tener estimulado al personal, hoy forma parte de la vida diaria de más de 10.000 usuarios en empresas de todos los ámbitos, tanto en España como a nivel internacional. Porque este sevillano ha logrado exportar su idea a países como Portugal, Reino Unido, México, Argentina o Kuwait, donde ya es normal ver el característico logo de esta aplicación con denominación de origen sevillana. A modo de mascota, el logo de esta empresa es un patito que recuerda a los que acompañan a los niños en los plácidos baños que se toman tras una jornada de intenso juego, como si también se tratara de un premio para ellos.

"Al principio muchos nos llamaron locos", afirma Alejandro Costa. "Dar voz a los empleados para que pudieran reconocerse entre sí y fueran dueños de su propio desarrollo era un reto en los tiempos que corren, pero desde que emprendimos esta iniciativa no hemos dejado de crecer, la crisis nunca llamó a nuestra puerta", asegura el empresario.

Tan buen resultado ha tenido esta iniciativa que Alejandro Costa dirige ahora varias compañías. Es CEO de Emprépolis, una agrupación de empresas tecnológicas que emplea a más de cien personas y que opera desde el conocido edificio El Cubo, en la Isla de la Cartuja. "Algo tan sencillo como dar las gracias es tan importante como aumentar la felicidad en el trabajo y no hay la menor duda de que influye directamente en la cuenta de resultados", explica Costa. Como rezaba alguna campaña publicitaria, "un cliente satisfecho es un cliente para toda la vida". Y algo así ocurre con esta forma original de incentivar al trabajador que proponen desde Paconica. Si desde la empresa se fomenta un buen clima de trabajo, en el que el empleado es reconocido por sus propios compañeros -a veces que los iguales valoren la labor de un trabajador produce más satisfacciones que si lo hace un superior- se produce en éste un sentimiento de plenitud que luego se traslada en su modo de desempañar sus funciones. Y claro, eso luego se nota en la producción.

Una de las cosas que más ha despertado el interés de otras empresas por hacerse con Paconica es su carácter democrático. "Se trata de una herramienta que resuelve claramente la falta de implicación de los empleados, ya que al participar se sienten visibles y tienen voz. Es una forma estupenda de construir una cultura corporativa fuerte, conocer el talento de la organización y retenerlo", apunta orgulloso Alejandro Costa. El funcionamiento de Paconica es muy sencillo y se apoya en elementos de juego. Cada semana los empleados cuentan con un número de medallas virtuales que pueden dar a sus compañeros si realizan una buena acción. Ganar medallas les motiva y les permite obtener recompensas como tarjetas regalo en centros comerciales, sesiones de coaching, formación o bonos de hoteles. A su vez, Paconica ofrece al equipo directivo de cada empresa una visión sobre lo que pasa por la cabeza de sus trabajadores, ya que todo el personal participa, no sólo los directivos, algo que no ocurre en otras iniciativas de motivación.

A partir de ahora, gracias a la irrupción de Paconica en las empresas ya nadie tendrá que volver a retrotraerse en el tiempo por no recordar cuándo fue la última vez que escuchó a alguien dar las gracias en el trabajo.

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