Vivir en Sevilla

Ingenieros con pasaporte mundial

  • Los datos económicos describen a Alemania como un país que no sólo ha dejado atrás la crisis, sino que además está en crecimiento y, por ello, necesita mano de obra cualificada.

España, de país de acogida a país de emigrantes. Entre enero y marzo de este año, 27.000 españoles han hecho las maletas, según el Instituto Nacional de Estadística. Son más del doble de los que tomaron la misma decisión en el primer trimestre de 2011 (12.850 españoles). Del goteo al aumento: una de cada cinco personas que emigra es española (27.000 de un total de 132.535 partidas). Hasta 2007, el país batía récords de recepción de inmigrantes. Hoy el saldo es negativo, es decir, se marchan del país más personas de las que llegan.

Son los jóvenes los que, sobre todo, deciden buscar un futuro más allá de los Pirineos. A tenor de los datos de 2011, entre los 28 y los 45 años partieron más de mil personas de cada tramo de edad. Europa es el destino preferente, especialmente Reino Unido, Francia y Alemania, que gana cada vez más fuerza.

La historia se repite, pero los protagonistas son diferentes. Los emigrantes de hoy nada tienen que ver con aquel Alfredo Landa de Vente a Alemania, Pepe. En los años 60, aquellos españoles que retrató Pedro Lazaga eran llamados por los germanos gastarbeiter (literalmente, trabajador invitado). Hoy son fachkraft, personal cualificado.

Los datos económicos describen a Alemania como un país que no sólo ha dejado atrás la crisis, sino que además está en crecimiento y, por ello, necesita mano de obra cualificada, especialmente ingenieros y arquitectos. "La cara negativa de esta migración es que muchos se lanzan a la piscina sin conocimiento y mostrando un desinterés por el idioma y por la cultura local. Además, buscan trabajo en ciudades conocidas internacionalmente pero con poca actividad laboral, como por ejemplo Berlín". Son palabras de Miguel Ángel Paz Lazo, un sevillano de 26 años titulado en Telecomunicaciones por la Universidad de Sevilla. "Después de tres años trabajando aquí, he aprendido que la única clave para conseguir el éxito profesional y personal reside en la integración".

En 2008, Miguel Ángel solicitó una beca Erasmus para Alemania, cursando así el quinto año de su carrera en la Technische Universität de Dresden, lo que le permitió realizar su proyecto fin de carrera en un centro de investigación aeroespacial de Braunschweig. Hoy trabaja para una consultora especializada en implantación y desarrollo SAP en el sector automovilístico. "Mi residencia está en Berlín, me desplazo de lunes a jueves hasta Stuttgart, ya que el cliente donde se desarrolla el proyecto en el que trabajo es Mercedes Daimler Stuttgart. La movilidad en Alemania es el pan de cada día".

Con una beca Erasmus comenzó también su andadura en el país germano Daniel Sánchez Muñoz, salmantino que estudió Telecomunicaciones en Sevilla. El joven trabaja desde hace dos años para Bernecker & Rainer, una empresa especializada en automoción industrial con sede en Austria. "Formo parte del departamento de proyectos internacionales, concretamente trabajo en el desarrollo de software para sistemas automatizados y suelo dedicarme a temas relacionados con la robótica". Su puesto de trabajo le permite viajar mucho y ahora Daniel está en Japón.

A diferencia del salmantino, que no buscó trabajo en España primero, Miguel Ángel agotó todas sus posibilidades antes de partir, sin encontrar un puesto que le permitiera emanciparse. "Desgraciadamente en España no se confía en los recién licenciados, algo que sí ocurre en Alemania y eso se nota en los sueldos. Mi nómina actual me permite vivir de forma independiente. Aquí tengo calidad de vida y puedo ahorrar". En términos generales, en Alemania, los ingenieros empiezan a cobrar unos 40.000 euros brutos anuales, aunque allí los impuestos son más altos.

Pocos días lleva Isabel de la Herranz en Alemania. Ingeniera técnica, Isabel es la primera seleccionada del programa de intercambio de ingenieros que ha puesto en marcha la empresa sevillana Emwesoft, dirigida por Marek Wyborski, un ingeniero informático de 34 años que, contra corriente, ha implantado su empresa en la Alfalfa. Junto a él trabaja Marta Rosendo y la italiana Margherite Marinelli. "Emwesoft apuesta por la integración, por eso estamos en contacto continuo con empresas europeas, colaboramos en proyectos internacionales y facilitamos el intercambio de ingenieros".

No todos los que deciden emigrar son ingenieros. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Pablo de Olavide, José Lorenzo Soto trabaja en Global Leads Group, donde desempeña tareas ligadas al marketing on line. En concreto, su labor se centra en dar a conocer la web Descuento.com, y para ello trabaja, desde Alemania, con medios de comunicación, redes sociales y participa en la creación de contenido para España, México y Argentina. "Cuando me planteé irme de Sevilla no fue tanto por las expectativas de empleo de España como por seguir estudiando alemán".

Aunque los continentes son inmensos y los países numerosos, Alemania gana por goleada en la recepción de inmigrantes y cada año más. Los últimos datos afirman que en 2011 se alcanzaron las cifras más elevadas desde hace 15 años.

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