Con este evento, la fundación, cuyo objeto social es hacer realidad los deseos de los niños con enfermedades crónicas o de mal pronóstico, conmemora que ya se han cumplido 100 deseos infantiles desde que comenzaron su andadura en Andalucía hace dos años y medio. En esta cena, las empresas y entidades colaboradoras se ubicaron en 25 mesas, en cada una de las cuales se detallaba en una tarjeta el deseo de un niño al que habían contribuido a hacer realidad.

Como coordinadora en Sevilla de la Fundación se encuentra Mercedes Vázquez Silva, encargada de cumplir los sueños infantiles: "Trabajamos día a día: los visitamos en hospitales; los pediatras nos indican los niños con problemas que están decaídos anímicamente y nos entrevistamos con ellos para saber cuál es su mayor ilusión. A partir de ahí nos ponemos en marcha, en secreto y siempre con la complicidad de los padres, en una carrera contrarreloj para conseguir esa ilusión lo más pronto posible. Hemos cumplido 100 deseos, pero tenemos 25 en proyecto, que gracias a esta noche se harán realidad".

Tres madres de niños con enfermedades que habían logrado cumplir su sueño gracias a la fundación, compartieron sus experiencias con los asistentes. Miguel consiguió volar en helicóptero, Inmaculada conoció a su ídolo, David Bisbal, y Carmen, también con espina bífida, como Inmaculada, conoció a la selección española de baloncesto adaptado. Mercedes Vázquez, su "hada madrina", asegura que cuando un niño ve cumplido su mayor sueño, se olvida por un día de su enfermedad, y la gran familia de la fundación está feliz. Nada es imposible", señala, "sólo es cuestión de tiempo. A veces cumplir el deseo de un niño es su mejor medicina".