El aroma a chocolate caliente recién servido y el sabor a garrapiñadas recuerdan que estamos en época navideña, jornadas en las que la ciudad se llena de luces, música y actividades de ocio pensadas para toda la familia.

Una oferta atractiva es la que alberga estos días, y hasta el próximo 15 de enero, los jardines del Prado de San Sebastián, donde se ha instalado una feria navideña, en la que pequeños y mayores pueden disfrutar de las múltiples atracciones sobre hielo, una noria de 45 metros de altura, un mercado de artesanía y gastronomía así como una gran carpa donde degustar todo tipo de marisco . "Nuestro lema es que ningún sevillano se quede sin probar marisco estas Navidades", asegura Antonio Rivero, director del evento Gambaria. El surtido, al precio de 25 euros, es apto para todos los gustos: gambas de Huelva, langostinos tigre, mejillones de Galicia, pescaíto frito, patas rusas, croquetas "de las que todo el mundo quiere repetir" y cigalas (hembras), que siempre son mucho más sabrosas.

La aceptación de este Festival del Marisco ha sido muy buena entre los comensales, a los que tras la comida o cena se les ofrece degustar, en exclusiva, el licor Beirao de origen portugués y que próximamente se comenzará a comercializar en Sevilla. La carpa también cuentan con un escenario para actuaciones en directo, animaciones con monitores y juegos.

Convertidos en protagonistas, los más pequeños pueden elegir su atracción favorita en la zona infantil: los más atrevidos esperan para subir a la noria, deslizarse en trineo por el tobogán y recorrer sobre patines la pista de hielo que simula un camino por un bosque nevado. Los amantes del motor guardan su turno para el de scalextric mientras que los caballos del carrusel se convierten en un clásico que nunca pasa de moda. "Me parece una idea muy divertida para los niños que ahora están de vacaciones", asegura Cyntia Armentero, que acude por primera vez junto a su hija de tres años. "Para Javier lo mejor ha sido el scalextric porque le encanta todo lo relacionado con los coches", explica su padre Francisco.

Un espacio al aire libre para disfrutar de la Navidad junto a los pequeños y no tan pequeños de la casa. María vive en Villanueva del Ariscal y acompañada de su hijo Jesús, su nuera Loli y sus dos nietos que han venido desde Barcelona, acude por primera vez para conocer la feria. "Mientras mis nietos saltan en las camas elásticas, mi nuera se enfunda los patines y yo, no me resisto a probar una garrapiñada, que me encantan", bromea.

La estrella de esta feria navideña es, sin duda, la pista de hielo para adultos, tratándose de la más grande del panorama nacional montada al aire libre. En ella esperan Marina, Ana y María. "Somos compañeros de una beca de estudios y hemos venido desde varios pueblos a pasar el día. Nos gusta la feria porque hay de todo", explican, aunque por el momento se mantienen tras la barrera, ya que, como reconoce Marina, "no soy muy buena sobre los patines".