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Salir a comer: Ideas nuevas para el barrio del Arenal

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Hace un año abría al público en el barrio del Arenal Landero Restaurante Tapas, un local dispuesto a demostrar que tradición e innovación pueden convivir en una misma carta. Al frente está Jaime Rodríguez, vinculado al sector desde que era solo un niño -su familia abrió el emblemático Bodegón Torre del Oro- y que ha trabajado en restaurantes de diferentes ciudades españolas y también de Francia y República Dominicana. Landero es su primer negocio propio y la cocina mediterránea con un toque diferente, su gran apuesta.

En el arranque de Landero mucho ha tenido que ver el equipo que trabaja con Jaime y que incluye a su propia pareja, Almudena García, y a la jefa de cocina, Esther Gordillo. El resto de la plantilla, como explica el propio Jaime, está compuesta por "gente joven y bien formada -él mismo estudió en la escuela de hostelería de la Taberna del Alabardero- y consciente de la importancia de dar un buen servicio".

En lo que respecta a la carta de Landero, se articula en torno a productos de temporada -se cambia con cada estación- e incluye propuestas como cazuela con setas, huevo, foie y trufa; atún zuke con mermelada de piel de limón; o magret de pato con calabaza y frutos rojos. La mayoría de las sugerencias se sirven tanto en tapa como en plato y la carta de vinos, que también va cambiando, se compone de una veintena de referencias en tintos y blancos y con especial cuidado a los caldos andaluces. Prácticamente la totalidad de los caldos -incluidos los cavas- se copean y en un futuro el local planea organizar catas dirigidas además de cursos de cocina.

Para el día a día, Landero propone un almuerzo a base de menú con un precio de 10 euros y a partir del miércoles bien vale la pena preguntar por las sugerencias del día, que casi siempre están inspiradas en los productos más frescos en el mercado. El ticket medio de Landero oscila entre los 10 y 15 euros y el local organiza también almuerzos y cenas para eventos como cumpleaños, reuniones de trabajo o fiestas particulares. También tienen menús especiales de cara a la Navidad.

En el año que lleva abierto, cuenta Jaime, "Landero se ha hecho con una clientela habitual" que incluye tanto a los que buscan los sabores más clásicos -en el local no faltan tapas típicas de la cocina tradicional sevillana y las primeras denominaciones de origen en vinos- como a los que quieren experimentar con nuevos sabores y maridajes en uno de lo barrios con más solera de la ciudad. Para unos y otros, Landero tiene una propuesta diferente.

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