Vivir en Sevilla

Sones cofrades en vísperas de Navidad

  • Un desfile por el centro puso el broche de oro al II Congreso Nacional de Bandas de Música Procesional.

El reloj del Ayuntamiento rozaba las once de la mañana cuando por las calles ya se escuchaba el ritmo de cornetas y tambores. Los músicos y demás miembros de las 70 bandas participantes en la segunda edición del Congreso Nacional de Bandas de Música Procesional comenzaban a llegar, y la Alameda se convertía no sólo en punto de encuentro para los amantes de la música cofrade, sino en hervidero de nervios, emoción y últimos ensayos antes del desfile.

"Una experiencia inolvidable, única y admirable por la cantidad de compañeros de otras bandas que han venido de toda España", explica Víctor Costa Salgado, presidente de la Banda Naval de Cornetas y Tambores del Casino de Viveiro Club Náutico. Llegaron el lunes desde Lugo, siendo el primer año que asistían al congreso. "Hemos participado en el macroconcierto que tuvo lugar en el Prado de San Sebastián y hemos tenido el privilegio de tocar en la Basílica de la Macarena", asegura emocionado. La agrupación, que el próximo año cumplirá una década, cuenta entre sus filas con miembros de hasta tres generaciones. "Desde el más pequeño, que tiene 5 años, hasta el mayor, con 70, nos sentimos como una gran familia".

Hermandad, disciplina y voluntad son los valores más acordes para definir la filosofía de quienes forman parte de estas bandas. "Ensayan todos los días del año y se preparan con esfuerzo y constancia", explican orgullosas Laura, Esperanza y María Ángeles, familiares de Eva y Antonio Jesús, que, con 11 y 10 años, unen su pasión por la música y la Semana Santa para formar parte de la agrupación La Pasión de Cristo de Sevilla Este y Alcosa.

Encabezados por la Banda Municipal de Sevilla se fueron sucediendo todas las agrupaciones que, en procesión y a ritmo de villancicos y tangos, clásicos Disney y otros temas populares como el Waka-Waka, Gladiator y Piratas del Caribe, recorrieron las calles del centro de Sevilla ante la atenta mirada de los más pequeños, que se sorprendían con la indumentaria romana de la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de Luna, de Villanueva de Córdoba.

Los seguidores más devotos: los familiares. Es el caso de Rosa Gordón, que acompaña a su nieto desde hace tres años, y de Francisco Ortiz y Vicenta Bautista, que comparten con sus cinco hijos la afición por la música cofrade. Asistieron al primer congreso (celebrado en 2009), y no han querido perderse la cita.

Desde la Alameda a la Encarnación, pasando por la Plaza del Duque, La Campana, Plaza Nueva, Plaza de San Francisco y El Salvador. Un desfile de clausura del que fueron testigos miles de personas así como extranjeros. Unos acudían fieles a esta cita mientras que a otros les sorprendió en plena jornada de la Inmaculada. "Somos de Cataluña y hemos venido a pasar el puente. Nos ha llamado mucho la atención el color y el ambiente que se vive aquí". Dos hermanas del País Vasco apostaban por la combinación de lo clásico de un desfile con los temas y los ritmos de un pasacalles.

Los nervios se mantenían hasta última hora a pesar de la experiencia. Así lo reconoce Alejandro Navas, que después de diez años en Nuestra Señora del Sol aún mantiene la emoción a flor de piel. "Hay una admiración entre todas las bandas porque este tipo de encuentros son únicos". Espera junto a su mujer un hijo, al que sabe vestirá con el azul de su uniforme.

A sus 22 años, Mandy es una de las cuatro mujeres que forman parte de la Banda Cristo de la Sangre, de San Benito. Una afición a la música que con el tiempo y la dedicación se ha convertido en un sentimiento puro. Así lo comparten la mayoría de los músicos que asistieron.

Conciertos en edificios y espacios emblemáticos, conferencias y clases magistrales han permitido que durante una semana "podamos aprender más acerca de la música y la cultura cofrade", asegura José Manuel Reina, director artístico de la Banda de San Juan Evangelista, de la Esperanza de Triana.

Un encuentro, que camina ya hacia su tercera edición, y al que asistieron cerca de 7.000 músicos y directores llegados de diferentes puntos de Sevilla, Cádiz, Córdoba, Palma de Mallorca, Madrid, Murcia, Lorca (Murcia), Navarra, Azuaga (Badajoz) y Lugo.

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