Vivir en Sevilla

Una apuesta por lo clásico

  • El diseñador y estilista Enrique Rodríguez Hidalgo da unas pautas para acertar con el traje de flamenca

Una de las frases que más se repiten últimamente es que el vestido de flamenca es el único traje regional que evoluciona con el tiempo. Las modas cambian y esto se refleja en la indumentaria flamenca. El alto del talle, el número de volantes, las mangas, el vuelo, el volumen... Todo está sujeto a cambio. Por no hablar de los complementos. Pero no todo vale ni todo favorece. El estilista y diseñador Enrique Rodríguez Hidalgo da una serie de pautas para acertar con el estilismo estos días.

Las pasarelas de moda flamenca han sido el mejor escaparate para ver las tendencias, pero no es lo mismo vestirse para desfilar que para ir al real. En ese sentido, Rodríguez Hidalgo hace una reivindicación por lo clásico. "Hay que tener en cuenta el contexto para enmarcar el traje. La Feria de Sevilla es clásica, por lo que se recomienda llevar un vestido de ese corte", señala el estilista y diseñador. Aunque eso no sea sinónimo de antiguo. "Los lunares siempre son un acierto, al igual que los colores lisos. Pero se están haciendo unos trajes que combinan lunares con estampados muy bonitos y se puede innovar", apunta. También invita a jugar con las tonalidades y mezclar cálidos y fríos, siempre buscando el equilibrio. En cuanto a la hechura, reconoce que el talle bajo estiliza mucho más, pero que el alto está de moda. "A la hora de subir el talle hay que tener en cuenta la altura de la mujer. Mientras más alto esté el talle, más bajita parecerá", señala. Algo a tener en cuenta con los volantes y el volumen, también muy de moda. "Se llevan los trajes voluminosos, pero eso no es cómodo ni práctico. Además, hay que ser muy alta para lucir un traje voluminoso y no parecer bajita", reseña. Aunque, si tiene que dar un consejo, invita a apostar por la sencillez y no innovar en exceso para no caer en el barroquismo ni en la excentricidad más absoluta. El secreto para triunfar, que la mujer lleve el traje y no el traje a la mujer.

Capaz de dar vida al más soso de los trajes, el mantoncillo se ha revitalizado en los últimos años. Atrás quedó lo monocromático para dejarle paso a los estampados. El estilista recomienda tener en cuenta la fuerza que el traje tenga por sí solo a la hora de colocar el mantoncillo. "Si el traje tiene peso, es mejor apostar por un mantoncillo más sencillo", señala. A la hora de colocarlo es partidario de recurrir a lo clásico: mantoncillo en pico. Pero también invita a las mujeres a jugar con el escote y el cuello. "Se puede colocar haciendo el pico en el escote y abriéndolo un poco, así se consigue el efecto de cuello más largo", aconseja. Desaconseja llevarlos como si fueran un pañuelo o a la cadera, aunque sí recomienda cruzarlo.

Menos siempre es más, aunque la última moda sea ir sobrecargada y con enormes complementos. "La flor típica ha evolucionado y ya se ven ramilletes o pequeñas coronas, pero no hay que abusar con la innovación. Siempre hay que buscar el equilibro con el rostro de la mujer y que vaya favorecida. Una sola flor con una peina es un acierto seguro. La protagonista debe ser la mujer, no la flor", apunta. En cuanto a la peina y los peinecillos, recomienda su uso, pero de forma discreta. Lo mismo ocurre con los pendientes, pero sin excederse en tamaño u ornamentación. Aunque lo realmente importante es saber jugar con los colores y su combinación. No todo debe moverse en la misma gama cromática, se pueden utilizar colores complementarios e incluso contrapuestos. Los complementos nunca deben robarle protagonismo a la mujer. Para el diseñador y estilista lo más importante es recordar que el traje es un conjunto en el que todo se complementa.

A diferencia de la mantilla, donde ella es la única protagonista, el traje de flamenca permite darle el protagonismo al vestido, a la flor, al mantoncillo o al maquillaje. "Todo depende de cómo sea el traje. Si es muy sencillo, el protagonismo lo tendrá el mantoncillo, que tendrá un diseño mucho más llamativo. Si tanto traje como mantoncillo son sencillos, la flor y los pendientes deben ser más espectaculares", apunta el diseñador. "Hay que elegir un protagonista y apostar por él, no puede resaltar todo", añade. Rodríguez Hidalgo recuerda que la flor se debe llevar arriba, nunca al lado. En cuanto al pelo, aconseja no llevarlo nunca suelto y apuesta por los recogidos bajos o una coleta recogida con estilo.

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