La Unidad de Neonatología del Hospital Universitario de Valme se ha unido a los centros adheridos al proyecto Abrazatupulpo, un nuevo medio de mejora para los pacientes prematuros a través de un juguete con forma de pulpo realizado con la técnica de croché (ganchillo). Nacido en Dinamarca en 2013 y, dado sus beneficios terapéuticos, este proyecto se está extendiendo actualmente por otros países y hospitales de todo el mundo.

Esta iniciativa también ha llegado a España bajo la coordinación de grupos de voluntarios sensibilizadas con los niños prematuros. Concretamente, en Sevilla se acaba de introducir en el Hospital Universitario de Valme a través de la asociación El Pulpo de la Vida, quien solidariamente ha entregado numerosos pulpos de croché.

Los destinatarios de estos pulpos son prematuros por debajo de las 32 semanas o de un kilo y medio de peso, porque en ellos se ha comprobado el beneficio de esta terapia: contribuyen a una evolución mejor y más rápida. Según destaca el responsable de Neonatología del hospital sevillano, Javier Casanovas: "Los profesionales tenemos la función de ofrecerle al recién nacido prematuro unas condiciones lo más parecidas posible al entorno intrauterino, que han abandonado antes de tiempo". Al respecto, se ha constatado que los niños se sienten más seguros tocando y agarrando los tentáculos del pulpo de croché, ya que se parecen al cordón umbilical que los unía a su madre antes de nacer.

Por su parte, y según apunta la responsable de esta asociación, Toni Cayero, "en su elaboración, aparte del cariño que nos mueve a confeccionarlos, seguimos las estrictas pautas y el asesoramiento de los pioneros daneses". Así, se hacen entregas de pulpos realizados con materiales y medidas adecuadas, con hilos de algodón de colores trabajados a ganchillo, cuyos tentáculos no pueden medir más de 22 centímetros estirados, siguiendo un protocolo de higiene y desinfección, así como empaquetados individualmente para cada destinatario. Cayero insiste en la concepción del juguete de hilo como una alternativa a las condiciones del vientre de la madre, "un juguete blando y suave que les permite un agarre seguro, siendo una forma de devolverles la sensación de tranquilidad que tenían dentro del útero materno".

De este modo, el Valme continúa su trayectoria en la humanización de la asistencia neonatal, liderando programas innovadores que benefician a los neonatos y sus familias: apertura del Área de Hospitalización Neonatal a las familias, Cuidados Canguro, programa de Altas Precoces en recién nacidos prematuros o potenciación de la lactancia materna.