En árabe, el término alquibla significa dirección, pero en un contexto religioso la palabra alude al punto hacia donde los musulmanes deben rezar cinco veces al día, es decir, mirando a La Meca. Amalio García del Moral encontró su meca en 1962, cuando, recién llegado a Sevilla, se encontró con la Giralda por la calle Placentines y convirtió el antiguo alminar de la mezquita mayor de la ciudad en el motivo principal de su obra. Por eso, diez años después adquirió el número 7 de la Plaza de Doña Elvira, un edificio donde todas las ventanas dan a la torre almohade y que hoy es la sede de la fundación que lleva su nombre. En el céntrico inmueble se inaugura esta tarde una exposición que recuerda el XX aniversario de la muerte de este artista granadino.

"Era conocido por pintar la Giralda, pero en esta muestra queremos reivindicar su faceta más social", señala Manuel Gregorio Caballero, gerente de la entidad y yerno del pintor, que alude a la serie llamada El mundo de Esperanza, protagonizado por una gitana con ese nombre y que cuenta con dos cuadros en esta exposición. El cartel es el título de una de estas piezas, donde se ve a la anciana observando una imagen de la Giralda con una bandera blanquiverde colgando del cuerpo de campanas. "Durante la Transición, varios militantes del Partido Andalucista entraron en la Catedral con el lienzo debajo de la ropa y lo pusieron en los balcones para reivindicar sus propuestas", explica Caballero, en referencia al compromiso social y político de su suegro, a quien en su día llamaron "un andaluz total". Para completar el apartado de crítica social, la muestra incluye motivos costumbristas, como el traje negro de luto de Pobre desmontable, o el reconocimiento del valor del torero en Mi muerte nace conmigo, donde un matador de espaldas mira al horizonte con una calavera en la parte de atrás de la cabeza.

Sin embargo, los comisarios de la exposición -el propio Caballero y Juan Diego Castaño, un estudiante del máster de Arte, Museos y Gestión del Patrimonio- han querido darle preeminencia a los retratos realizados por García del Moral, entre los que destaca el que pintó a su hermano Antonio, fraile dominico vestido con un hábito blanco, donde homenajea a su admirado Francisco de Zurbarán. En la misma zona se sitúa Espejo de mí mismo, un autorretrato del pintor granadino que los organizadores han colocado frente a un cristal reflectante para que el visitante pueda admirarlo tal y como lo ideó García del Moral. En la misma zona está Mi mujer cuando era novia mía, una pintura donde aparece una joven Marina Mora, esposa del creador.

Aunque la Giralda está presente en muchos de los cuadros mencionados, uno de los más sugerentes de la muestra tiene a la torre por única protagonista. Giralda árabe es el título de una colorista versión del motivo más recurrente de García del Moral. La obra se sitúa en otro juego de espejos, frente a una obra de la hija del homenajeado, María José García del Moral, que aporta una pintura mural del alminar en tonos azules enfrentada a la visión de su padre.

El discurso expositivo lo cierran varios retratos de la hija del artista y una serie de giraldas en hierro, pero la inauguración de esta tarde se completa con un recital de poesía de los cinco libros publicados por Amalio García del Moral. Además, en el acto también estarán Felipe Chaparro y Juan Jesús Flores, que pondrán la nota musical a este homenaje.

La muestra puede visitarse hasta el próximo 11 de marzo en horario de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00, aunque los sábados y domingos cierra en horario de tarde. La entrada es libre y, además de la exposición temporal, situada en la planta baja, pueden visitarse las cuatro plantas del edificio que, junto con la exposición permanente de obras de García del Moral que puede verse durante todo el año, incluye una espectacular vista en directo de la modelo más repetida por el artista granadino, la Giralda.