Desde esta tarde, en el hotel Bécquer, se puede ver la estatua que Luigi Maráez ha recuperado para situarlo en el Moncayo, junto al monasterio de Veruela, donde se ubicó hace unos años y fue robada y destruida para ser vendida como chatarra. Permanecerá en el hotel hasta la primavera, cuando viajará a su ubicación permanente. En esta ocasión, además de la poesía, la música, las rimas, será la oportunidad de ver expuesto el monumento a Bécquer realizado por el mismo escultor hacer unos años. Maráez tardó siete años en realizarla y la reconstrucción ha tenido que ser prácticamente desde el principio, puesto que fue encontrada en muy mal estado.
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