"Una de cada cinco niñas y uno de cada siete niños sufren abusos en la infancia, es decir, el 33% de los menores en Europa y Estados Unidos. Son datos recogidos y analizados tanto por organismos internacionales, como europeos, nacionales y regionales. Todos coinciden, pero nadie habla del tema. En psicología, el maltrato infantil está considerado como epidemia". A pesar de que los datos son alarmantes, María Martínez-Sagrera Martín, tras años de investigación en este ámbito, considera que "poco o casi nada se hace" ante un asunto que es tabú en todos los espectros de la sociedad y que sufre un doble aislamiento frente a otros maltratos al permanecer en la sombra. Con el fin de dar luz al problema y poner fin a este silencio, "del que todos somos responsables y en el que nos amparamos ante el falso pudor", Martínez-Sagrera ha publicado la novela Infancias rotas (Ed. Mensajero), que hoy se presenta en la Fundación Cajasol (Plaza de San Francisco, 1), a las 19:30.

Le acompañarán en el acto, Fernando Seco, periodista y presidente ejecutivo de Cesur, y el pediatra Juan Gil Arrones. En el evento, se desentrañarán las claves de esta novela coral, centrada en tres historias basadas en casos reales aunque con personajes ficticios. Narraciones paralelas cuyos protagonistas saltan de una a otra quedando involucrados en todas. "Es una novela de héroes y antihéroes, donde se trata el tema del abuso sexual con una actitud esperanzadora. Personajes que encuentran una solución final feliz, que en la realidad no siempre se da", detalla la autora, que reseña: "No me he recreado en el abuso, en lo escabroso; el tema ha sido tratado de una forma sutil y elegante, con el fin de no atormentar a posibles lectores que hayan sido víctimas o que piensen que el tema ha sido trivializado. Cada historia muestra un aspecto distinto y cada lector puede verse reflejado en ellas; desde el abusador a la víctima, desde la familia hasta el que pasa por la calle y es testigo del maltrato".

278 páginas, con epílogo de Juan Gil Arrones y prólogo de José María Rodríguez Olaizola (Mensajeros), cargadas de suspense y optimismo, de lectura ágil, dinámica y episódica.

Éste no es el primer título que publica con la misma editorial esta cordobesa de nacimiento, pero que reside en Sevilla desde que cursó Filología Anglo-germánica. Le precedió la obra La cara oculta de Pedro, además de un relato corto.

Diplomada en Ciencias Religiosas y licenciada en Teología, esta novela no es tampoco su única incursión en el ámbito del maltrato infantil. Tras ejercer de profesora de inglés y colaborar con Andex durante una década, se formó a fondo en el abuso de menores y ya el pasado año participó como invitada en el Seminario de Victimología en Derecho y Criminología, evento en el que volverá a formar parte del programa como profesora de una de las sesiones.

La escritora insiste en la importancia de educar a la sociedad en estos casos, empezando por los niños, a los que hay que enseñar a que si alguien tiene un trato con ellos que les incomoda que lo cuenten, y terminando por los padres, los profesores... "Las secuelas de la persona que ha sufrido abusos sexuales en su infancia afecta de por vida al resto de la sociedad, además de a la propia víctima a nivel psicológico, social... El 50% desarrollarán comportamientos antisociales. Es un problema al que hay que poner freno, y las redes lo han empeorado". Con el libro de Martínez-Sagrera la llamada a la esperanza y a la responsabilidad de todos está hecha. Un gran paso para ayudar a los más pequeños.