Vivir en Sevilla

La prevención como la mejor herramienta

  • La psicóloga Rocío Ramos-Paúl da esta tarde una charla sobre menores y alcohol

Rocío Ramos Paúl es conocida como 'Supernany' por el programa de televisión.

Rocío Ramos Paúl es conocida como 'Supernany' por el programa de televisión. / m. G.

La prevención en el consumo de de alcohol en menores es una de las mejores maneras de parar la tendencia de la ingesta de bebidas alcohólicas en adolescentes. La Federación Española de Bebidas Espirituosas, FEBE, junto al Ayuntamiento y la asociación de familias numerosas de Sevilla, Fanuse, ha organizado para esta tarde en el centro cívico Torre del Agua una charla de la psicóloga Rocío Ramos-Paúl, conocida como Supernany bajo el título Cien razones para no beber, dentro del programa Menores ni una gota, desarrollado por FEBE y el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad.

Este encuentro está dirigido a padres o tutores de niños desde los 9 hasta los 18 años, "que es la edad legal a la que se puede consumir alcohol". Supernany es autora de una guía, en la que se explican, por lo menos, cien razones para que los menores se alejen del alcohol y se dan herramientas a los padres para que los niños tengan la suficiente fuerza como para decir que no. "Vamos a tratar, sobre todo, la prevención".

Uno de los problemas es que con esa edad, la falta de autocontrol es algo habitual. A esto se une la moda del atracón. Es decir, consumir mucho alcohol en unas pocas horas", comenta Rocío Ramos. El mensaje de la psicóloga es claro: "Toda la sociedad somos responsables de los menores y es fundamental actuar antes de que salgan los problemas de consumo".

Además, la psicóloga recuerda que la mayoría de los adolescentes están "por sistema, en contra de lo que le dicen sus padres, porque es una forma de definir su personalidad como algo opuesto a los adultos con los que conviven". En este sentido, Rocío Ramos-Paúl recomienda a los progenitores realizar algunas cesiones, siempre razonablemente, y negociar con los niños. "Para ello es necesario generar responsabilidades en los preadolescentes, de manera que aprendan que hay que cumplir con los compromisos adquiridos, así como ayudar a dirigir las amistades de los menores".

Esto último es uno de los puntos más importantes porque en estas edades "la influencia del grupo es muy grande. Si la pandilla de amigos con la que va nuestro hijo hace botellón, tendrá más posibilidades de caer. Hay que indicarle que puede tener varias pandillas: con las que practicar deporte, otros para ir al cine, etcétera", afirma. En esta línea, es necesario trabajar con la separación de conceptos entre alcohol y diversión. "Los menores que consumen alcohol lo ven como algo distendido, en momentos de ocio, pero también hay que enseñar a los niños que hay otros modos de divertirse como las aficiones, ver series, jugar a la play o preparar una cena", sugiere.

Una de las formas de prevención es ir aumentando las responsabiliddes de los niños, aunque si desde pequeño "no se les ha pedido que recojan su ropa, ordenen sus juguetes, etcétera, cuando llegan a los 16 años puede resultar muy difícil trabajar esto, aunque no significa que no se pueda conseguir".

Rocío Ramos -Paúl explica que con esta edad es cuando se empieza a negociar. Llega el momento de que los padres comiencen a negociar teniendo cierta flexibilidad. Es cuando hay que escuchar más a los hijos, e incluso habrá situaciones en las que se reconocerá que tienen parte de razón".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios