La familia Casillas-Carbonero ha aprovechado su descanso de Semana Santa para pasar unos días en España. Y mientras que Íker cumple con sus obligaciones con la Selección Española, su novia, Sara, está aprovechando para desconectar, visitar a amigos y familiares y también llevar a cabo algún proyecto que la ilusione, como el evento al que acudió ayer de la marca Garvalin, que defiende los valores de la infancia bajo el lema Niños que son niños.
La periodista, con una figura envidiable en su séptimo mes de embarazo, lució un outfit que le sentaba como un guante compuesto de vestido lápiz muy ajustado color rojo y chaleco largo nude, que combinó con unos peep toes a juego.
Relajada, contó a los periodistas que celebraron el Día del Padre con una barbacoa y también habló de su vuelta a televisión, de la que ya se empezó a hablar hace días con su visita relámpago a Mediaset. "Hemos hecho un piloto de un programa con muy buena pinta. No es de deportes, es algo bastante sorprerdente", ha explicado. Antes verá nacer a su segundo retoño, el perfecto compañero de juegos de Martín, que enero cumplió dos años. "Yo no me agobio, él lleva su ritmo", dice Sara.
Redacción
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