'Fast fashion'

La moda española conquista el mundo

La fachada de un establecimiento de Zara.

La fachada de un establecimiento de Zara.

Nueva York, Shanghai, París o Berlín: apenas hay una gran ciudad en la que no estén presentes comercios españoles. "Si el poder económico de un país se midiera por la presencia de sus empreas en los centros comerciales del mundo, España tendría asegurado un lugar en el G7", opinaba recientemente el diario El País.

Las cadenas españolas atribuyen su éxito a que engloban en sus empresas todas la fases que le dan valor añadido, desde el diseño de las piezas hasta la venta, pasando por la producción y la distribución.

"Esto nos permite responder en un tiempo muy corto a los deseos de los clientes y dirigir nuestra oferta en función de los mismos", destaca el consorcio textil Inditex, que con su cadena Zara se ha convertido en la mayor firma de moda en todo el mundo.

Mientas España sufrió en los últimos años una grave crisis económica, las cadenas de moda lograron altos beneficios, pues aprovecharon la crisis de su país de origen para expandirse en el extranjero. Aunque ello tuvo su precio: pese al aumento de las ventas, Inditex redujo sus beneficios un 7,3 por ciento en el primer trimestre del año fiscal en curso, respecto al mismo periodo del año anterior. El motivo fue la fortaleza del euro y la depreciación de otras divisas.

Inditext emplea, según sus datos, a 500 diseñadores que recogen las últimas tendencias de moda y las preferencias de los clientes. Sólo el año pasado diseñaron 50.000 modelos que se produjeron rápidamente y se vendieron a precios moderados.

Además de Zara, al grupo Inditex pertenecen otras marcas como Pull&Bear, Massimo Dutti o Bershka. El consorcio tiene hoy en día algo así como 6.400 tiendas en 88 países.

La historia de éxitos empezó en 1975 con la apertura de una tienda de ropa llamada Zara en La Coruña, y de ella nació un consorcio internacional con casi 130.000 empleados.

Su fundador Amancio Ortega, de 78 años, es según la revista Forbes el cuarto hombre más rico del mundo con una fortuna estimada en 46.800 millones de euros. Los dueños de sus competidoras Mango (Isak Andic) y Desigual (Thomas Meyer) también entraron en la lista con bienes muy por debajo de los de Ortega, pero con algo en común con éste: no dan entrevistas y evitan las apariciones públicas.

Mango abrió su primera tienda en 1984 en Barcelona dirigida principalmente en sus comienzos a las mujeres jóvenes de las grandes ciudades. Ahora también vende ropa de hombre e infantil y tiene 2.500 tiendas en 109 países. Ingresa el 83 por ciento de sus ventas fuera de España y es aún más internacional que Zara.

Mango se diferencia también de la competencia en otro aspecto: mientras Zara apuesta por una publicidad clásica de menos valor, Mango contrata para la suya a estrellas internacionales como Penélope Cruz, Scarlett Johansson o Kate Moss.

La cadena Desigual es menor que la de Zara o Mango, pero destaca de sus competidores por los originales cortes y los modelos coloridos de sus colecciones. La empresa sigue recabando una gran parte de sus ingresos con las ventas dentro de España, pero se está también expandiendo rápidamente en los mercados internacionales.

La cadena fundada por Thomas Meyer, nacido en Suiza, vende sus productos no sólo en sus propias tiendas, sino también en centros comerciales en los que hay marcas de distintos productores.

Los comienzos de la empresa se han convertido en una leyenda: Meyer cosía a principio de los años 80 en Ibiza chaquetas hechas con retales de jeans, que se convirtieron en un éxito de ventas. Poco después diseñó su primera colección y abrió la primera tienda en Ibiza.

La tienda mudó después su sede a Barcelona. Meyer va a trabajar en bicicleta, detesta las corbatas y trabaja como un empleado más.

DPA

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