El resurgir de una reina de la belleza

La reaparición de una Miss

Alicia Borrás en una de sus últimas apariciones sobre una pasarela.

Alicia Borrás en una de sus últimas apariciones sobre una pasarela.

La historia de Alicia Borràs es un claro ejemplo de que cualquier edad es buena para resurgir si no se pierden las ganas y el espíritu juvenil acompaña. Su vida siempre ha estado ligada al mundo de la moda. Su padre era un reconocido sastre menorquín y a ella siempre le llamaron la atención las prendas que confeccionaba. A los 16 años le hizo dos vestidos a su hija para que participase en un desfile benéfico que supuso su debut en las pasarelas. Se sintió tan bien desfilando que un año más tarde puso rumbo a Barcelona para presentarse a un casting para trabajar con el diseñador Pertegaz, que nada más verla tuvo claro que quería que se convirtiera en una de sus musas. En 1965 fue nombrada Miss España y ese mismo año quedó tercera en el certamen de Miss Universo. Lo tenía todo para triunfar en el mundo de la moda. Elegancia, belleza y un título que le abría muchas puertas. Desfiló para diseñadores como Elio Berhanyer y para otras firmas de Alta Costura tan prestigiosas como Dior, Yves Saint Laurent o Chanel. Tenía un futuro prometedor que ella misma rompió cuando decidió dejarlo todo por amor. A los 27 años contrajo matrimonio y se retiró de las pasarelas para vivir fuera de España por motivos de trabajo de su marido. Italia, Alemania y Luxemburgo son algunos de los lugares en los que vivió y en los que se dedicó al cuidado de sus hijos. En numerosas ocasiones ha asegurado que no se arrepiente de haber priorizado su vida personal sobre la profesional. Para ella aquella fue una etapa fantástica que le aportó cosas muy buenas.

Hace casi veinte años regresó a Barcelona, ciudad a la que representó en Miss España. Hasta hace dos años mantenía una vida tranquila, practicaba yoga, jugaba al golf, pintaba y se metía durante horas en la cocina para elaborar sus recetas. Pero en 2014, a sus 69 años, algo cambió. La firma Andrés Sardá le propuso desfilar en la Semana de la Moda de Madrid junto a otras modelos de su generación y ella aceptó, algo que nunca se había planteado hasta ese momento. Lo hizo para reivindicar que a su edad, mientras la mente y el cuerpo funcionen correctamente, se puede hacer lo que se quiera. Durante el desfile esta mujer de pelo blanco y apariencia delicada sorprendió a todos con su elegancia sobre la pasarela con un vestido de encaje negro, eclipsando al resto de modelos. Desde entonces no ha parado de trabajar. Ha protagonizado editoriales de reconocidas revistas y ha dado entrevistas en las que siempre reivindica que el paso del tiempo no es un problema para lucir perfectas. Uno de sus trabajos más reconocidos llegó hace dos años cuando protagonizó la campaña publicitaria de Desigual. Si por algo se caracteriza la firma es por su carácter juvenil, de ahí que sorprendiese tanto que contaran con una mujer de 70 años como imagen de la marca. Pero al ver el anuncio y las fotografías de Alicia quedó patente que la edad no está reñida con el lema de 'La vida es chula' y que la arruga es bella.

Para Alicia el secreto de su éxito está en su forma de tomarse la vida. La edad no supone un problema para la modelo, que asegura que no quiere aparentar menos años de los que tiene. Si algo tiene claro es que la elegancia no solo es el vestir bien. Lo más importante es ser educada, amable y generosa, y eso es algo que ha hecho que esta modelo que lo tuvo todo para triunfar y que hasta hace unos años había caído en el olvido, haya resurgido de forma tan espectacular.

Helena Arriaza

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