El diseñador Hervé Léger, conocido por ser el creador del vestido bandage, una pieza elástica y ceñida al cuerpo que marcó la década de los 90, falleció el fin de semana a los 60 años en su casa de París tras sufrir un aneurisma cerebral. Antes de crear su propia firma en 1985, Léger trabajó para marcas como Fendi y Chanel y, cuando estaba en lo más alto de su carrera, ésta dio un giro inesperado el día que dijo que sus diseños estaban hechos exclusivamente para mujeres delgadas y con pocas curvas. A pesar de ello, sus prendas han seguido siendo las protagonistas de alfombras rojas y eventos de especial trascendencia.

El vestido pasó a formar parte de los armarios de todas las celebrities que vieron en el efecto venda el aliado perfecto para lucir un cuerpo de infarto. No excento de polémica el icono de la marca le valió el puesto al director general en Inglaterra de BCBG Max Azria, Patrick Courderc, al afirmar que las mujeres con caderas prominentes o poco pecho deberían evitar usarlo.

El diseñador que comenzó su andadura en el mundo de la moda como asistente del backstage siendo peluquero en los desfiles de Chloé, recogió una oportunidad de la mano de uno de sus ídolos Karl Lagerfeld, que lo contrató como asistente. A partir de ese momento y tras varios trabajos en diferentes marcas comenzó su carrera como diseñador, y creó esta prenda que supone una realidad indivisible hacia su propio nombre. Una prueba irrefutable de que en el mundo del arte dice adiós el hombre, pero no su legado. Redacción