Sevilla

Papeles de guante blanco

  • El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico restaura documentos de la historia de Écija, Morón y Cantillana.

El papeleo y la burocracia hispánicos también han dejado para la historia algunas obras de arte. El ejemplo de lo dicho se pudo ver ayer en la sede del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico durante la presentación de 11 documentos de diferentes puntos de Andalucía, los cuales han sido sometidos a un minucioso y complejo proceso de restauración. Papeles que exigen que el manipulador, bien sea un técnico o el político de turno que lo presenta (en este caso el Consejero de Cultura, Paulino Plata), se ponga unos guantes blancos, lo que le da al acto un cierto aire ceremonioso y litúrgico.

De la provincia de Sevilla se presentaron tres documentos de gran valor: un privilegio rodado de Alfonso X a Morón de la Frontera (1271), una carta plomada de confirmación de Alfonso XI al concejo de Cantillana (1327) y el dibujo de la Fuente de las Ninfas de Écija (1592).

Empezaremos por el último por dos razones: porque es el más bello y llamativo para el profano en la materia y porque esconde una historia curiosa al representar una obra que nunca llegó a ejecutarse tal como fue concebida: la fuente que estuvo situada en la actual Plaza de España astigitana entre 1586 y 1866 (las barbaridades de los alcaldes no es un fenómeno, ni mucho menos, exclusivamente contemporáneo).

Este documento, que acoge el dibujo que realizó el pintor granadino Simón Martínez del proyecto de una fuente realizado por Juan de Ochoa (dentro de un proyecto de modernización de las redes de abastecimientos de la ciudad de Écija), es parte de la documentación del largo pleito en la Chancillería de Granada (30 años, lo de la lentitud de la justicia tampoco es nuevo) que el concejo de la localidad mantuvo con el arquitecto cordobés Hernán Ruiz III debido a que nunca cumplió con su contrato de ejecutar dicha fuente, algo que, finalmente, realizó toscamente un artista de "segunda división", según la historiadora del IAPH María Campoy y la directora del taller de restauración de papel, Eulalia Bellón.

Mucho más antiguo es el privilegio rodado de Morón de la Frontera, fechado el 19 de noviembre de 1271 y por el que Alfonso X le concede a la localidad el título de villa y el permiso para celebrar un mercado semanal, un privilegio que se enmarca dentro de la intención de la monarquía castellana de fomentar la repoblación de la frontera con el enemigo musulmán. Es de bella factura y el gran círculo en el centro con el escudo del rey (de ahí lo de rodado), junto a otros elementos menores, está iluminado (coloreado). También destaca el sello de plomo, unido al documento por una guita de colores rojo y amarillo.

Finalmente, la carta plomada de Alfonso XI al concejo de Cantillana, que data del 12 de septiembre de 1327, confirma los privilegios dados por el padre del monarca, Fernando IV, otorgó a los vecinos de la localidad para que pudiesen hacer uso de los pastos, abrevaderos, labranzas y leñas de la ciudad de Sevilla.

Otros documentos restaurados (pero no sevillanos) son la Súplica de los caballeros Berrio al Papa Julio II (Jaén), el privilegio rodado por el que se le concede a Jerez los mismos fueros y exenciones que Sevilla en 1268 o la carta de privilegio y confirmación de Juana la Loca en Santa Fe.

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