la opinión invitada

AgriForValor impulsa la economía circular

  • El grupo andaluz trabaja en la valorización de aguas residuales de producir aceite de oliva

AgriForValor impulsa la economía circular

AgriForValor impulsa la economía circular

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula que en 2030 la población mundial ascenderá a 8.500 millones de personas, lo que conllevará un incremento del 50% en el uso de energía, un 30% más de consumo de agua y elevar la demanda de alimentos en otro 50%.

Para hacer frente a estos desafíos y al cambio climático, todos los sectores económicos, incluido el agroalimentario, debemos ponernos, desde ya, manos a la obra, a fin de implementar procesos de producción más innovadores y eficientes en el uso de recursos, adoptando modelos de negocio basados en la economía circular, esto es, reduciendo al máximo el empleo de insumos, así como aprovechando los residuos y subproductos resultantes de los procesos de elaboración de alimentos, a los cuales debemos buscar una aplicación posterior.

Las empresas chocan con falta de financiación y largos procesos administrativos

Si bien existen ya casos de éxito entre las empresas del sector, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía trabajamos actualmente en el impulso a modelos de negocio basados en este concepto de economía circular y lo hacemos a través de proyectos de I+D+i como AgriForValor, cuyo objetivo principal es la valorización de la biomasa agrícola y forestal. De carácter europeo, se enmarca en el programa Horizonte 2020 y aglutina a 16 entidades socias de 6 países diferentes: 4 irlandesas, 4 húngaras, 1 holandesa, 1 alemana 2 belgas y 4 españolas. La participación nacional es 100% andaluza y, junto a nuestra federación, trabajan la Asociación de Empresas Forestales y Paisajísticas de Andalucía (AAEF), el Gabinete de Iniciativas Europeas (GIESA) y la Agencia Andaluza del Conocimiento.

Iniciado en marzo de 2016, hemos constituido redes de colaboración dirigidas por tres agrupaciones regionales, también llamadas nodos de innovación para la biomasa, las cuales se localizan en Andalucía, Hungría e Irlanda. Tras los pertinentes análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades), se han identificado oportunidades futuras en cada una de las regiones participantes, así como sinergias entre las distintas áreas geográficas.

Además, y al objeto de establecer colaboraciones entre los principales actores en la valorización de la biomasa, se han desarrollado talleres en las diferentes regiones, en los que se han expuesto casos prácticos de éxito y se han dado a conocer proyectos de investigación, prácticas y tecnologías presentes en el mercado, así como otras en fase de desarrollo pero con perspectivas prometedoras.

Estos talleres, de los que se han celebrado dos en Andalucía, han sido altamente productivos y han servido para configurar redes de apoyo y cooperación, al tiempo que identificar, en el caso andaluz, 13 líneas de negocio y constituir sendos equipos de trabajo para desarrollarlas.

Entre ellas, el nodo andaluz está abordando proyectos en el ámbito de la valorización de las aguas residuales resultantes del proceso de producción de aceite de oliva, de los subproductos derivados de la producción de fresas y berries, así como de la industria del espárrago verde. Hay abiertas también líneas de valorización de la masa vegetal del viñedo (hojas, zarcillos) y subproductos de la viticultura (lías y otros), del estiércol generado en las explotaciones de vacuno y una más para la aplicación de biomasa derivada de la industria agroalimentaria.

Hemos hallado, asimismo, las necesidades para la explotación y desarrollo de los nuevos modelos de negocio, a través de estudios y encuestas, concluyendo que la falta de financiación interna y externa, los obstáculos derivados de la legislación y los largos procedimientos administrativos son las principales barreras a las que se enfrentan las empresas a la hora de llevar a la práctica esta labor de I+D+i.

Por ello, desde Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía nos esforzamos en el asesoramiento, la formación y en poner al servicio de todos los agentes implicados el conocimiento y la experiencia acumulada en este tiempo de trabajo, en el que los socios del proyecto hemos desarrollado una herramienta, que se ha alzado con el premio europeo Commbebiz 2017 a la innovación, otorgado por un consorcio a nivel comunitario que reconoce cada año las investigaciones más destacadas en el área de la bioeconomía.

Me refiero a la "Sidestream Value Tool", una herramienta on line interactiva y gratuita de valoración de residuos agrícolas. Consiste en una base de datos con más de 100 ejemplos de proyectos de investigación y buenas prácticas, detectadas en las regiones de los países participantes en AgriForValor. Contiene gran cantidad de información y, además, resulta de fácil manejo y comprensión.

En definitiva, y con meses de trabajo todavía por delante, el proyecto ya está dando sus frutos. A su término, en agosto de 2018, esperamos poder hablar de resultados concretos en la valorización de residuos, restos vegetales, madera y otro tipo de biomasa, así como de su aplicación práctica para la fabricación de materiales de embalaje, empleo como fertilizantes, cosméticos, fibras textiles, ingredientes alimenticios, piensos y energías, entre otras muchas posibilidades.

Su continuidad es especialmente esperanzadora en nuestra región, donde la actual tramitación de la Estrategia Andaluza de Bioeconomía y la reciente constitución de un clúster, en su contexto, permitirán conectar demandas y oportunidades, así como fomentar servicios. Gracias, entre otros factores, a AgriForValor, la valorización de la biomasa podrá tener un papel protagonista.

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