Política Comunitaria

La ganadería pide solución ante los recortes de la PAC

  • Un ganadero gaditano de extensivo puede perder hasta el 20% de las ayudas. Asaja insiste en una convergencia más moderada. Las explotaciones lecheras denuncian la bajada del precio por parte de la industria y piden que se respete la Ley de la Cadena

Ganado vacuno criado en extensivo en las dehesas andaluzas.

Ganado vacuno criado en extensivo en las dehesas andaluzas.

Los problemas del sector ganadero parecen multiplicarse y al tiempo que las administraciones van dando pasos hacia la nueva Política Agrícola Comunitaria (PAC) los productores reclaman soluciones.

Mientras Asaja alza la voz en nombre de los productores de extensivo denunciando que van a padecer una merma en las ayudas que reciben de Bruselas, COAG, Cooperativas Agro-alimentarias de Granada y UPA piden que se convoque Mesa de la Leche de Andalucía y que se tomen medidas ante el aumento del coste de los insumos en las explotaciones productoras de leche, pues los precios de venta no les permiten cubrir gastos.

En el primero de los casos, Asaja, tras analizar el Real Decreto de aplicación de la PAC en España aprobado por el Consejo de Ministros advierte que entre las repercusiones más graves que se ponen de manifiesto está la situación en que queda la ganadería en nuestro país, en especial los productores de vacuno de carne en extensivo, los ganaderos de leche y los sectores de ovino y caprino.

Explica que, de media, las ayudas que reciben estos ganaderos pueden verse recortadas entre el 14 y el 18%.

“En un momento de graves dificultades económicas como el actual -dice Asaja- donde los productores ganaderos están sufriendo sobre manera las limitaciones impuestas al Canal Horeca, ya que están dejando de comercializar buena parte de sus producciones, una nueva amenaza se cierne sobre ellos. La aplicación de los criterios de convergencia diseñados por el Ministerio de Agricultura, especialmente lesivos para las explotaciones mixtas, agricultura y ganadería, va a suponer un auténtico mazazo para las economías de buena parte de ellos, que en muchos casos verán perder su rentabilidad y se verán abocados al cierre de las explotaciones”.

Asaja advierte que esto afectará tanto a un productor de vacuno extensivo de Cádiz, que perderán hasta un 20 % del importe de las ayudas que recibe, como a un ganadero de ovino y caprino de Castilla-La Mancha, que sufrirá un recorte de media del 16%, o un ganadero de leche de Asturias que puede ver recortada su ayuda hasta un 18%.

“Se puede llegar a estas reducción -dice- o incluso mayores en explotaciones beneficiarias de derechos especiales que no estaban ligadas a la superficie en el caso de concentración de derechos en un número reducido de hectáreas o como consecuencia de la aplicación del coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP) en la delimitación de las hectáreas elegibles a Pago Básico”.

La organización agraria destaca el caso de los jóvenes agricultores que se han incorporado comprando derechos disponibles con valores elevados y que han visto frustrada su inversión como consecuencia de la aplicación de estos índices de convergencia.

Por ello, Asaja considera necesario que se reconduzca el Real Decreto en el periodo de alegaciones “para dar continuidad a una convergencia interna mucho más moderada y ya conocida por los propios beneficiarios”.

Considera que de cara a la reforma de 2023, el Ministerio también debería plantear medidas tendentes a compensar las reducciones de los pagos directos mediante mecanismos previstos como son los ecoesquemas adaptados a los sectores afectados.

El precio de los insumos

Y en cuanto a la situación específica de las explotaciones ganaderas de leche, las organizaciones agrarias andaluzas, UPA y COAG, Cooperativas Agro-alimentarias de Granada y ALBA Ganaderos S. Coop. And., denuncian que los productores están haciendo frente a importantes incrementos en los gastos fijos.

Así, el coste de la energía, que es imprescindible para las salas de ordeño o la refrigeración de la leche en los tanques, ha sufrido un aumento de entre el 25 y el 30% y los piensos, que pueden llegar a representar entre un 60-70% de los costes totales, también han experimentado subidas de entre 20 y 30 euros por tonelada.

Hay que tener en cuenta que el precio percibido por los animales que se venden para carne ha descendido entre 0,40 céntimos y 1 euro por kilo, lo que dificulta la viabilidad de las ganaderías.

Los ganaderos agregan que algunas industrias lácteas están aprovechando para bajar aún más el precio de la leche y, en el mejor de los casos, mantenerlo. Consideran que son condiciones inasumibles pues con los precios presentados no pueden hacer frente a los incrementos de los costes de producción y no tienen margen para la modificación de las cotizaciones que perciben, puesto que muchos de los contratos son a precio fijo por periodos de un año.

Ley de la Cadena Alimentaria

Por ello las organizaciones han hecho un llamamiento para denunciar que los contratos que están ofreciendo estas industrias lácteas están fuera de lo que marca la Ley de la Cadena Alimentaria y por ello reclaman al Ministerio de Agricultura que se establezcan todos los controles necesarios para hacer cumplir la ley en cada uno de sus eslabones.

También piden a la consejera de Agricultura que convoque la Mesa de la Leche de Andalucía, en pausa desde hace más de dos años, para poder debatir estos temas de especial relevancia para este sector. Precisamente Carmen Crespo ha anunciado un incremento de las ayudas a la ganadería extensiva para que los 40 millones inicialmente previstos pasen a 70 millones.

La consejera, que se ha referido a las peticiones en este sentido por parte del sector, ha reconocido la gran cantidad de solicitudes recibidas, hasta 4.000.

Agregó que “cuando llegamos al Gobierno nos encontramos con 15 millones de euros destinados a la ganadería extensiva, pero que no se utilizaron y explicó que lo primero que se hizo fue aumentar la partida a 40 millones y proceder a su convocatoria.

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