La Voz Invitada

Deoleo propone formar a los agricultores para mejorar la gestión del uso del agua

  • Agua y aceite, unidos por un futuro sostenible

Canalizaciones para regadío en el olivar.

Canalizaciones para regadío en el olivar.

El agua es la sustancia más abundante del planeta y, sin embargo, un recurso escaso. El agua es un derecho humano declarado por la ONU y, sin embargo, una commodity que cotiza en bolsa. El agua y su gestión, en ocasiones paradójica, son determinantes para el futuro de nuestro planeta.

Esta es la razón por la que todos, independientemente de nuestra área geográfica y campo de actuación profesional, hemos de ser conscientes de que este líquido tan común y valioso a la vez requiere un uso eficiente, que haga compatible la satisfacción de las demandas sociales con el respeto al medio ambiente y a los demás recursos naturales.

Los cultivos y la ganadería representan un elevado porcentaje de todas las extracciones de agua. Por tanto, desde la industria del aceite de oliva también tenemos que asumir nuestra responsabilidad y poner especial atención a su gestión eficiente en toda la cadena de suministro. Así, se favorecerá el ahorro de dinero a los productores y la ayuda a la permanencia de este recurso natural para cubrir demandas en el futuro.

Conscientes del impacto directo e indirecto que tienen las actividades de nuestro sector sobre el medio ambiente, debemos promover una labor responsable de los recursos naturales, mediante la gestión del consumo de agua y la utilización de tecnologías, que monitoreen de forma constante la necesidad de agua de los olivos, para que se les suministre la cantidad justa y necesaria. Además, es clave mantener un equilibrio entre el agua que tomamos del medio ambiente y el agua que le devolvemos.

Más allá del consumo, la contaminación del agua va en aumento como consecuencia directa de las aguas residuales industriales, el empleo de agroquímicos, la inadecuada eliminación de desechos y el cambio climático, que está provocando con más frecuencia fenómenos meteorológicos extremos, tales como sequías e inundaciones.

Buenas prácticas

Así, la reducción de consumos de agua en el campo y en las almazaras no son las únicas buenas prácticas que se han de fomentar, sino también la preservación de la calidad, transformando en sostenibles aquellas operaciones que generen contaminación de los recursos hídricos.

Llegados a este punto, algunos dirán que sobre el papel es evidente, pero que la práctica es otra realidad. Desde Deoleo creemos que para poder tangibilizar estos principios en toda la cadena de valor es fundamental invertir en la formación de los agricultores, para dotarlos de conocimiento y herramientas, que les permitan hacer un uso más eficiente de los recursos.

En este sentido, hemos desarrollado e implementado programas de educación y capacitación para agricultores y almazaras, incluyendo buenas prácticas tales como: elaboración de registros de agua, análisis periódicos de calidad, riego localizado, conocimiento documentado y justificado del cálculo de dosis y frecuencia de riego, inspección visual de las instalaciones de transporte y suministro de agua, etc.

Compromiso de colaboración

Todos los agentes del sector del aceite de oliva tenemos que establecer el compromiso de colaborar para asegurar la sostenibilidad del negocio, respetando y cuidando los recursos naturales, como el agua. Agua y aceite, tradicionalmente incompatibles y, sin embargo, estrechamente unidos por un futuro sostenible.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios