Las explotaciones familiares de porcino ibérico se quedan fuera de las ayudas excepcionales de la Consejería de Agricultura para compensar las pérdidas ocasionadas por la guerra en Ucrania. Así lo ha denunciado la COAG en un comunicado.

Según esta organización agraria, no recibirán la prestación económica las explotaciones con menos de 15 cerdas de vientre, un modelo de ganadería que "ayuda a conservar un ecosistema imprescindible como es la Dehesa, con cargas pequeñas de ganado que no sobreexplotan los recursos naturales".

Tras la publicación de la convocatoria el pasado jueves, COAG Andalucía ha señalado que se da la circunstancia de que aún estando las cerdas de vientre incluidas, estas pequeñas explotaciones que son numerosas principalmente en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche en Huelva, se quedan fuera por no llegar al mínimo de 15 reproductoras por explotación.

Se excluyen así explotaciones profesionales que se dedican a la cría de varias especies (porcino ibérico y otros rumiantes), lo que hace que el número de hembras reproductoras de cada especie sea más reducido que en granjas que se especializan en un solo tipo de producción animal, se ha quejado.

Ha censurado que el valor de la dehesa y su elevado coste de mantenimiento no se está apoyando desde la administración "y prueba de ello es que el porcino ibérico extensivo no ha tenido acceso directo a ninguna de las ayudas dirigidas al sector ganadero, ni por la pandemia, ni ahora por la guerra de Ucrania, ni tampoco las ayudas por sequía que se publicaron conjuntamente con la M22 el pasado jueves".

Según la COAG, la subida de los precios de los piensos para porcino desde el año pasado, que se ha incrementado (alrededor de un 30%) tras la invasión rusa de Ucrania y la energía y los fertilizantes se suman también a esta tendencia alcista que ha disparado los costes de producción, además de la sequía.