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El cerdo ibérico de bellota lanza un SOS

  • Alarma ante la posible desaparición de la raza pura y la dehesa Los productores de ibérico de bellota se plantean abandonar la norma de calidad

Llegan las navidades y como todos los años los productos del cerdo ibérico están de actualidad. Y últimamente no llegaban muy buenas noticias.

El pinchazo de la burbuja que hace unos años hizo que muchos invirtieran en cerdos como otros en ladrillos y el retraso de la puesta en marcha de la norma de la calidad de los productos del ibérico en espera de la luz verde de Bruselas está provocando una situación confusa, tanto en precios como en la información al consumidor justo en la época más fuerte de ventas de jamones, lomos y otras piezas.

En el conjunto de España se han perdido casi dos millones de animales. Así las cosas el precio está alto porque no hay cochinos "y si no sube más es porque tampoco hay dinero", explican desde el sector. Todo esto en plena crisis y con un consumidor que ha frenado en seco el gasto en alimentación. Sin embargo este repunte de precios está beneficiando más al ibérico de cebo, el cruzado con Duroc e incluso al cerdo blanco.

Pese a lo que muchos pudieran pensar, el ibérico de bellota, esto es, el de mejor calidad y criado en dehesa está siendo el que pasa por mayores dificultades y los ganaderos de las dehesas resultan los mayores perjudicados. Muchos ganaderos van a cobrar la arroba de cerdo ibérico de bellota a 23 euros o en algunos casos solamente a 21, mientras que la arroba de cerdo ibérico de pienso se cotiza entre los 28-29 euros.

Es decir, el cerdo cruzado de pienso valdrá seis euros más por arroba que el ibérico de bellota y en general un 20% menos es la diferencia en el precio pagado al ganadero.

La situación ha llegado a tal punto que el consumidor se encuentra muy confundido, no sólo porque el etiquetado aún no tiene que cumplir las directrices que marca la futura norma que intenta clarificar la raza y la alimentación del animal del que procede la pieza a la venta, sino además se ofrecen productos de muy diverso precio y no siempre de una calidad tan dispar. Es más, se puede considerar que el jamón ibérico de bellota está, comparativamente, más barato que el de cerdo cruzado.

Esto se debe, según explica el portavoz de la Plataforma en defensa del cerdo ibérico, José Luis García Palacios a que "el cerdo de pienso ha bajado mucho la producción, después de esos años en los que todos se metieron al sector en busca de negocio" y a que el retraso de la puesta en marcha de una norma de calidad que clarifique los etiquetados también favorece la confusión en la campaña agresiva de ventas navideñas.

Luz verde de Bruselas El Ministerio de Agricultura ha recibido hace unos días luz verde de las autoridades comunitarias y de los organismos correspondientes de la Administración española para aplicar la nueva norma de calidad para los productos del cerdo ibérico. Una regulación que no contentaba a todos y que muchos consideran una decisión salomónica del ministro del ramo, Miguel Arias Cañete, quien inicialmente planteó un documento que daba atención especial al cerdo de la dehesa pero que finalmente fue matizado por las presiones de la industria transformadora de Castilla y León.

Esta nueva norma, cuya entrada en vigor se producirá de forma progresiva en los próximos meses, tiene entre sus principales objetivos clarificar el sector y evitar los juegos de confusión que practican algunas marcas y que claramente confunden al consumidor.

La nueva reglamentación prohibe la utilización de las denominaciones de "recebo" (un sistema con el que se cierra la alimentación del animal con pienso) y de "ibérico puro".

También se prohibe usar en las etiquetas nombres, logotipos, marcas, símbolos o menciones que puedan inducir a error a los consumidores, como la utilización hoy en día muy frecuente de dibujos de bellotas en productos de animales que no las han probado en su vida. Además, habrá un código de colores que identificará cada variedad en las etiquetas.

La norma ministerial, de largo debate en el sector, había sido parada por Bruselas por algunos detalles de la configuración de los etiquetados que no coincidían con la ordenación comunitaria y que ya han sido subsanados.

Salirse de la norma En todo caso, la situación que atraviesa el sector del ibérico de dehesa, con bajos precios y mayores costes de producción ha llevado a que el presidente de Ecovalia, Francisco Casero, enviara hace unos días una carta al ministro Arias Cañete en el que solicitaba que se excluyera a este sector del porcino de la nueva norma de calidad. "No es nuestro sitio, desde la Asociación de Valor Ecológico deseamos manifestarle nuestro desacuerdo con el Proyecto de Norma de Calidad del Cerdo Ibérico ya que pensamos que si no ha servido para nada nuestra opinión durante el periodo de alegaciones, mucho menos servirá este escrito, teniendo en cuenta el convencimiento que tiene su Ministerio de que ha conseguido un consenso con el sector para la aprobación de la norma".

El escrito insiste en que los ganaderos que producen exclusivamente cerdo ibérico de bellota muestran su rechazo a lo acordado y añade que "los ganaderos que están representando al sector ante la Administración tienen mucho más intereses económicos en el cerdo ibérico de pienso que en el de bellota".

Los ganaderos de ibéricos de bellota, según dice la carta, estarían dispuesto a solicitar ante Bruselas protección para salvar al cerdo ibérico y a la dehesa, patrimonio genético de la Península Ibérica "y una auténtica joya de la nueva Política Agraria Común" continúa el escrito.

Esta iniciativa también tiene el apoyo de la plataforma en defensa de la raza porcina ibérica, según explica García Palacios, quien sin embargo reconoce que esta norma de calidad que se pondrá en marcha en los próximos meses "es menos mala que la anterior, que era nefasta".

"Lo que no vale en la norma de calidad es el apoyar las medias verdades al consumidor", continúa el portavoz de la plataforma. "La realidad es que una parte importante del cerdo intensivo se está ofreciendo como algo que no es, lo que perjudica al auténtico de bellota", concluye.

El cerdo ibérico de bellota sólo puede hacerse en algunas zonas de España. Su producción está limitada y su consumo resulta exclusivo. Por eso es una gran carta de presentación ante el resto del mundo.

Mientras tanto, los defensores del ibérico de bellota recalcan que cerdo cruzado de pienso se puede hacer en cualquier lugar y en cualquier país. De hecho ya está ocurriendo. En Murcia, Aragón y la comunidad de Madrid se están produciendo actualmente alrededor del 10% de todos los jamones ibéricos comercializados bajo la Norma (con tendencia a subir), y hay algunos países como por ejemplo China que ya están haciendo experiencias para poder producir algo parecido al cerdo ibérico de cebo.

Mientras tanto, la falta de rentabilidad provoca la vertiginosa caída de animales en la dehesa. Así, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, se comprueba la reducción del número de animales en la dehesa en un 62,88% en ibérico de bellota (que pasará a llamarse en la nueva Norma de Calidad "de bellota 100% ibérico") y la bajada también de un 50,62% en ibérico de bellota cruzado (en la nueva norma igualmente de nombre ibérico con la salvedad de indicar el porcentaje de raza ibérica), esto es, el cruzado en cierto porcentaje. En 2012 había 105.065 cerdos ibéricos frente a los 283.052 de 2008. En el cruzado de bellota ha pasado en cinco años de los 620.194 hasta los 306.226.

Ante esta situación, hace unos meses que sector productor del cerdo ibérico extremeño reclama al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que el sector reciba ayudas directas de la nueva Política Agraria Común (PAC) para paliar en parte la fuerte crisis de rentabilidad que padece.

"La crisis del sector del cerdo ibérico se pone de manifiesto en la reducción que ha experimentado la producción de más del 50% en los últimos 5 años", según asegura secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) el extremeño Lorenzo Ramos.

Mientras tanto, los detractores de la norma de calidad que viene aseguran que el cerdo ibérico de bellota "no tiene nada que ver con este gran negocio" y añaden que continuar este animal dentro de una norma que ha sido hecha pensando en el cerdo cruzado de pienso (el 90% de la producción total), existe un gran riesgo de desaparición del cerdo ibérico y de la dehesa.

Desde el criterio ecologista también se defiende que el cerdo ibérico, modelado genéticamente durante siglos en un ecosistema genuino y único en biodiversidad, como la dehesa, con la que forma un binomio inseparable, merece ser protegido fuera de esta norma, aislándolo de los vaivenes de la gran industria del cerdo cruzado de pienso.

"Estamos depreciando un sistema y producto no replicable en otra parte del mundo. Esta gran industria, sometida a todo tipo de avatares comercializadores, esta intentando sobreponerse al estallido de la burbuja sectorial ocurrido en 2008, que ha provocado resultados muy preocupantes, tales como: el exceso de capacidad industrial, endeudamiento y dificultad de acceso al crédito y, por tanto, aumento de los costes financieros", explica la carta que ha recibido el ministro Arias Cañete.

Y continúa advirtiendo de la desaparición de industrias tradicionales especializadas, lo que a su vez ha desembocado en la entrada de otras compañías -cárnicas generalistas (cerdo blanco)- que tienen una forma muy distinta de entender el sector y que pueden compensar resultados empresariales negativos del sector ibérico con otros negocios

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